Desde la tarde del pasado domingo, horas después de que se decretase el estado de alarma, la plantilla de trabajadores de Dragados offshore en Puerto Real está reclamando a la empresa medidas “más serias y de sentido común” para garantizar la seguridad de los trabajadores ante la alerta sanitaria provocada por el COVID-19.

“En estos días no ha sido posible y esperábamos conocer la resolución de las medidas adoptadas por el Consejo de Ministros este martes para ver si la empresa accedía a nuestra petición de cierre, pero no hay acuerdo pese a que ya hay herramientas para parar la actividad”, explica Roberto Bernal, presidente del Comité de Empresa de Dragados en Puerto Real.

Ni el comité ni el resto de la plantilla entienden como se intenta mantener la actividad “con mil operarios que en muchos casos deben realizar trabajos grupales o en parejas”, dicen. “Tenemos que estar confinados en casa pero aquí todos juntos trabajando sin saber lo que luego nos llevamos”. El conjunto de trabajadores y el comité de empresa quieren que se pare la actividad y de momento lo que han conseguido son vacaciones anticipadas. La actividad continua este miércoles pero "el jueves y el viernes tendremos vacaciones. En principio no se espera recuperar la faena hasta el lunes, aunque confiamos que las negociaciones avancen en estos días", dice el presidente del comité.

Se espera logar en estos días un cambio de opinión de la dirección o "nos veremos obligados a tomar otras medidas. Si la empresa no cierra lo haremos nosotros".

y amenazan con no trabajar a partir de este jueves si Dragados no atiende esa petición.