Es la primera visita que gira la ministra de Fomento, Ana Pastor (PP), tras la inauguración del segundo puente allá por septiembre del año pasado. En aquel entonces llegó para un corte de cinta. Ayer se llegó de nuevo por la capital con un par de buenas noticias para Cádiz y su Bahía: la primera, que de aquí a un mes, el puerto de Cádiz recibirá el documento firmado con el dinero para la financiación de la nueva terminal de contenedores; la segunda da respuesta a una reivindicación histórica de empresarios y operadores portuarios que se han considerado en inferioridad de posibilidades al no contar con un tren para sacar o introducir sus tráficos en la dársena de La Cabezuela.

Ya parece que sí. Gracias a la solidaridad interportuaria, el muelle de Puerto Real tendrá un ferrocarril que lo unirá al trazado nacional de ferrocarriles gestionado por Adif. 

Y para que se trate de algo más que palabras y promesas electorales, esta segunda noticia quedó plasmada en un convenio que ayer quedó estampado con las firmas del presidente de Adif, Gonzalo Ferre, y el presidente de Puertos del Estado, José Llorca, posiblemente la persona que más satisfecho se mostraba ayer tras el feliz desenlace a esta histórica reivindicación del sector. 

Pero son los empresarios del puerto de la Bahía gaditana y los actuales operadores de la dársena de La Cabezuela los que ayer se sentían más satisfechos, tal y como demuestran las previsiones de la propia Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz que espera que el tráfico de La Cabezuela aumente un 35% gracias a la llegada del tren. Según su presidente, José Luis Blanco, el movimiento en La Cabezuela podría aumentar en 700.000 toneladas que se sumarían a los dos millones de toneladas que mueve en la actualidad... sin tren.

Pero no todo está hecho. La firma del convenio es una escenificación política que había que pasar, algo que algunos actores de la comunidad portuaria recibían ayer cargados de escepticismo. De hecho algunos miembros de la comunidad portuaria confesaban ayer que habían desestimado la invitación a asistir a la rúbrica del convenio: "Han sido casi 20 años esperando el tren", comentaba ayer la citada fuente portuaria. "Ahora llegan con una consignación mísera para los próximos tres años. Vienen ahora a hacerse propaganda electoral y firmar una obra que no estará operativa hasta el 19".

Sobre esta cuestión, sobre la fecha de inicio de la obra y sobre su finalización, la ministra Pastor expresó que "procuro no ser fantasma y nunca lo he sido. No lo fui con el puente de Cádiz, y ahí está el puente, no lo he sido con la terminal de contenedores, y ahí está la terminal, y no lo voy a ser en las cosas que aún no han empezado. Eso dependerá de la planificación que tienen los técnicos, pero la ministra no viene aquí a decir fantasmadas".

No quería meterse en fechas pero sí venía con una certeza. La Cabezuela tendrá tren y lo tendrá gracias a la solidaridad expresada por los puertos que se aúnan bajo la tutela de Puertos del Estado, ente dependiente precisamente de Fomento. 

Esta solidaridad se ha mostrado con hechos, o mejor dicho con dinero. Serán 20 millones procedentes de ese Fondo de Accesibilidad Terrestre, que es, al fin y al cabo, un dinero aportado por todos los puertos de referencia españoles que han expresado de manera unánime su intención de dar el dinero que necesite Cádiz para, por fin, tener un tren para sus mercancías portuarias.

Esos 20 millones llegarán en tres entregas. La primera llega este año con tres millones de euros que echarán a arrancar la obra que unirá el ramal ferroviario que ya existe en suelo de dominio portuario de La Cabezuela, construido gracias al tesón del anterior presidente de la APBC, Rafael Barra, con el viario de Las Aletas. Y desde ahí al mundo entero gracias a los corredores ferroviarios.

Pero las fechas siguen cargadas de incógnitas por culpa de los trámite burocráticos que exige la Ley. Recordar que esta obra se llegó a licitar y casi se empezó pero la crisis económica afectó de lleno a la UTE que se ganó el concurso formada por Ploder Uicesa y Vialobra, pero en 2010 esta última presentó concurso voluntario de acreedores y la obra se paralizó.

Si la otra firma, Ploder Uicesa, aceptara hacerse cargo de la obra se podrían aligerar los trámites para su reinicio, pero no será así. Esta empresa ha renunciado también y no quiere saber nada de la obra del tren de La Cabezuela. Esta renuncia, una vez que se formalice, llevará a convocar un nuevo concurso y a su paso por el Consejo de Estado, tiempo que se aprovechará para incluir algunas mejoras en el proyecto.

Estos cambios en la idea inicial afectarán sobre todo al tramo elevado que habrá que construir para que el tren sortee la carretera CA-35, nada más pasar el puente Carranza, para su llegada hasta La Cabezuela.

Con los tres millones que llegaron ayer de la mano de la actual ministra en funciones, Ana Pastor, se podrá echar a andar la obra sin necesidad de finalizar todos los trámites burocráticos. Pero la incógnita sobre la fecha del inicio queda ahí, lo mismo que queda ahí que, una vez más, la propia Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz y los empresarios del tejido marítimo de la Bahía creen que nunca es tarde si la dicha es buena, pero, en esta ocasión la dicha ha tardado casi 20 años en llegar.