Voto al pueblo soberano

NO tengo muchas ganas de acudir a votar el próximo 20 de noviembre, y pienso que son legión quienes pueden encontrarse con igual desánimo. Y me preocupa, por mi salud y por la de esa legión de escépticos de la eficacia del voto. Temo a los gobiernos del pueblo sin el pueblo.

Mis pocas ganas no podrán vencer a la razón por la que iré a votar, y no es otra que la defensa de la libertar, igualdad, y fraternidad. Estas ideas dieron fuerza a los movimientos revolucionarios que lograron la soberanía del pueblo con el pueblo. Ahora vivo un proceso de perdida de soberanía popular que afecta a la salud, educación, trabajo, y bienestar. La legión de abstención resta luz a la democracia, que decir de legalidad de la reforma del Estatuto de Andalucía. Que desasosiego al pensar que los del chapapote y la incursión en Irak versus Atocha puedan gobernar de nuevo España. Lo peor es el abandono a su suerte del presente y futuro del país por la huelga de valentía y neuronas de la ciudadanía.

No me pongo ni automedico. Que cada cual explique como hemos llegado a este estado social y económico, y no me vale la crisis mundial porque el drama solo es mundial para los que menos tienen, los otros son más ricos. Se dice que los políticos de las dos últimas décadas son de inferior categoría a sus predecesores, y es cierto, pero también lo es que la ciudadanía es inferior a la de sus progenitores. El pueblo da a luz a sus políticos, y los cría. No olvido que todo el conocimiento que existe es obra del pueblo.

En el centenario de su nacimiento, declamo a Gabriel Celaya "¡A la calle! que ya es hora de pasearnos a cuerpo y mostrar que, pues vivimos, anunciamos algo nuevo". De Blas de Otero "Si he perdido la vida, el tiempo, todo lo que tiré, como un anillo, al agua, si he perdido la voz en la maleza, me queda la palabra". Me miro, y miro a mi alrededor, y me animo a luchar por mi futuro, por el de todos/as, y votaré el 20 de noviembre a quienes muestren compromisos para defender la libertad, igualdad, fraternidad, justicia, desamortizar bienes, y preservar el planeta azul.