Yo te digo mi verdad

Mercado libre

Si a la sanidad pública cada PCR le costaba 20 euros, ya podemos hacer un cáculo del beneficio que saca la privada

La iniciativa privada sin control, la panacea del liberalismo, es a veces lo que decía Rosa Luxemburgo: que si metes una zorra en un gallinero, tanto la alimaña como las despavoridas gallinas tienen la misma libertad, pero ya sabemos quién se comerá a quién. Otro de los mantras de los defensores de la libre concurrencia absoluta es que esta competencia favorece al consumidor, que puede elegir entre una oferta más amplia. Sí, sin duda ocurrirá eso alguna vez, pero lo que más bien comprobamos a menudo es la habilidad de algunos de esos concurrentes para transmutarse sin ningún complejo en zorras voraces y agilísimas, bajo el indiferente encogimiento de hombros por parte del que en otras ocasiones es vigilante implacable.

Lo mejor en estos casos es contar un ejemplo, una historia de esas cotidianas e ilustradoras que demuestran lo abandonados que estamos como consumidores y hasta como ciudadanos y de qué manera aceptamos con la certeza de lo ineludible que en esta economía de mercado la mayoría de las veces la mercancía somos nosotros. Pensando en planear un viaje a Grecia próximamente, leo que las autoridades de ese país exigen a todos los visitantes una prueba PCR con certificado de resultado negativo. Sé que no son baratas, pero bueno, vale, si uno quiere volver a pasar unos días bajo el protector cielo de los dioses el gasto vale la pena, y más si no es por una necesidad. Inquiero a varias clínicas y laboratorios de la zona y el descubrimiento es asombroso. Primero, acudo a lo más cómodo, una empresa en San Fernando. Sí, lo hacen sin problemas en español y en inglés. Pregunto el precio: ¡160 euros! Comienzo a comprender por qué es tan difícil alcanzar el Olimpo.

Acudo a un segundo intento, en Chiclana. La rebaja es considerable, y el coste desciende a 120 euros. Bueeeno… me animo a preguntar en una tercera, y me llevo la grata sorpresa de que en un conocido laboratorio de Cádiz realizan el mismo test de manera urgente, español e inglés, por 98. Decido parar ahí, pero me quedo con la duda de hasta dónde podría haber seguido bajando el precio. Si tenemos en cuenta que, a principios de la pandemia se informó de que a la sanidad pública cada PCR le costaba unos 20 euros, ya podemos hacer el cálculo del beneficio que saca la primera clínica a la que acudí a preguntar, aun teniendo en cuenta el gasto de personal necesario. A la vuelta a España tendré que traer otra prueba negativa, pero en Grecia me la cobrarán ¡a 60! Un motivo más para amar ese país único.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios