Confabulario
Manuel Gregorio González
Zapater y Goya
Su propio afán
ARTUR Mas se siente el objeto de una caza mayor. Así lo ha dicho, ea, sin cortarse un pelo. Por supuesto, lo más grave es que llame "caza", con la virulencia atávica de ese bisílabo, a unas investigaciones judiciales de un Estado de Derecho, y de los más garantistas. Esa ofensa interesada (pasar por víctima es el deporte nacional del nacionalismo) sería irritante si no tuviésemos callo. Por eso me callo. Dediquen los que tengan obligación sus artículos y sus comunicados (¿quizá el Consejo General del Poder Judicial?) a lo de la "caza", tan insultante como evidente. No estaría bien que ellos lo dejasen pasar, pero yo ya estoy hecho a los improperios de Mas a las instituciones, y a sus risitas. Y, a estas alturas, también quiero sonreírme un poco.
Centrémonos, por tanto, en lo accesorio y tragicómico. En la vanidad de Mas. A él lo que le interesaba era la afrenta, pero ya que hablaba de caza, si es a él, tiene que ser mayor. Es Mas, ¿qué menos? Él, que si se encarta se autoproclama independiente, es natural que se autodesigne trofeo de caza mayor, ya sea en versión venado o en versión cochino jabalí. Nada de conejos, liebres, perdices, codornices o zorzales. Eso es poco para Mas, si acaso para Oriol Junqueras, que tiene nombre de oropéndola. En definitiva, que Artur Mas es venado, más por vanidoso que por venatorio.
Ernst Jünger, que era un experto aficionado a la entomología y llegó a descubrir dos especies de insectos que llevan su nombre, siempre prefirió la "caza sutil", que es como llamaba él a su búsqueda de insectos. Un hombre que había hecho dos guerras mundiales, sabía que la caza es siempre algo muy pequeño. No le deseo a Artur Mas ninguna guerra, pero un mínimo de perspectiva le vendría bien.
Con la que está cayendo en el mundo, las guerras de Oriente, el terrorismo internacional, los pujanza económica trasladada al Pacífico, la crisis de los refugiados en Europa, el Sínodo de la Familia, donde se está dilucidando la vigencia de la doctrina de Cristo, nada menos, con todo esto, la suerte judicial de Mas -presidente regional en funciones que por ahora no funciona y a ver si lo hace- no llega ni a caza menor. Lo de caza sutil, también le queda grande, por lo basto. Podríamos dejar lo suyo en caza minúscula, y eso porque al hombre le hace ilusión y le viene bien, como digo, llamarle "caza", aunque en verdad tampoco cuela. Dejémoslo en minúsculo, a secas.
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