José Aguilar

Ayuso marca el paso a Casado

La esquina

Apartando a Ciudadanos de su camino, la presidenta de Madrid coloca a Vox como socio preferente para Casado

14 de marzo 2021 - 01:35

La presidenta de la Comunidad de Madrid, la simpar Isabel Díaz Ayuso, ha sido la gran beneficiaria de la moción de censura de Murcia. Inés Arrimadas y sus diputados y compañeros murcianos (se ha visto que no todos) le han servido en bandeja la excusa que necesitaba para deshacerse de los consejeros madrileños de Ciudadanos, disolver la Asamblea regional y convocar elecciones anticipadas para el 4 de mayo.

Ha sido un pretexto, efectivamente, invocar el temor a otra moción de censura PSOE-Cs en Madrid para quitarle la presidencia a Díaz Ayuso. No porque lo diga Ciudadanos, que es -digamos- flexible en cuanto al compromiso adquirido en los pactos, sino porque no se ha negociado nada de eso en Madrid, ni en Castilla y León ni en Andalucía, por más que los socialistas lo hayan ofrecido desde el día después de las respectivas elecciones. Si existiera esa operación general a la que se agarra Díaz Ayuso, ¿no creen que la primera moción sorpresa se habría presentado por sorpresa precisamente en Madrid y no en Murcia? Al contrario, Cs se mantiene en los gobiernos compartidos en las dos comunidades citadas y se habría mantenido en Madrid si Ayuso no los hubiera destituido.

El peligro está en el por qué de este paso de la mediopopulista Isabel. A ella le han dicho que es muy popular y que en las nuevas elecciones va a conseguir la mayoría absoluta, presentándose como la única alternativa (de libertad) frente al socialismo (infame y totalitario). Y se lo ha creído. Ahora bien, parece más probable que tras el 4 de mayo no haya mayorías absolutas. Si gana Díaz Ayuso relativamente, ¿qué partidos van a compartir con ella la investidura y el gobierno? Con Ciudadanos el pacto se antoja imposible después de lo que les acaba de hacer. Quedaría como posible socio el crecido Vox, que no va a conformarse con apoyar al PP desde fuera. Y sería así como la maniobra de la presidenta madrileña supondría incorporar a la ultraderecha a la gobernación de la comunidad más relevante y, a la vez, marcar el destino del Partido Popular durante años: en vez de aglutinar al centroderecha y pactar puntualmente con Vox cuando le haga falta -como en Andalucía-, orientarlo más hacia la derecha. Lo que, según creo, equivale a conducirlo al fracaso. Así no se ganan las elecciones en España.

Díaz Ayuso quiere señalar el rumbo estratégico a Pablo Casado, y éste parece que se deja. Pedro Sánchez se ríe a carcajadas.

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