LAS metáforas, ya se sabe, las carga el diablo y Diego Valderas no ha estado muy afortunado con la suya sobre la salida a la crisis de Chiclana. No parece que establecer semejanzas entre política y teatro sea buena idea, porque da juego a muchos equívocos y a continuar con todo tipo de metáforas sobre la interpretación y "la verdad de las mentiras" que diría Vargas Llosa, veraneante en Chiclana, por cierto. Valderas le ha comprado la idea a Butrón por segunda vez. La primera fue cuando dijo que Chiclana era como Marbella. Desafortunada afirmación debida al calor de la campaña y una injusticia que las sucesivas sentencias sobre el caso del Coto San José han demostrado que Butrón es un sicofante y que José María Román no había cometido ninguna irregularidad. Ahora Valderas ha vuelto a imitar a Butrón al pedir, de manera solapada, la salida de Román de la escena sin tener en cuenta que ha encabezado la lista más votada. Si los ciudadanos le dieron a la candidatura del Partido Socialista su voto mayoritario ¿por qué hay que quitar a su cabeza de lista? ¿Hacemos lo mismo con Pepe Barroso o con el mismo Valderas? ¿Por qué si IU se ha quedado con un solo concejal hay que cambiar al cabecera de lista del PSOE? Pero me malicio más : ¿alguien fuera de IU le ha dado tal consejo a Valderas?

Es difícil predecir qué va a ocurrir en Chiclana y cuándo va a pasar. Parece que al famoso gobierno municipal imitando lo que dijo la chirigota del Matos chico "le han cuatripartito el ano" , dicho sea con perdón. Es un gobierno cuyo único sustento era el odio y la cantidad de gente colocada en el Ayuntamiento. Ahora se trata de buscar la manera de darle salida a un gobierno que en un año lo único que ha hecho es parar los proyectos unas veces por indecisión y otras por miedo a lo desconocido. A esta situación hay que sumar las continuas irregularidades del propio alcalde en la gestión de sus empresas y la crisis económica global, que en Chiclana ha atacado de manera especial a tantas pequeñas empresas de la construcción. La ciudad se ha quedado sin tranvía, sin Ronda Oeste, sin el Centro Comercial de La Longuera y sin tantos proyectos puestos en marcha por la anterior corporación. De José María Román se podría decir como de Alatriste " quizás no sea el más simpático pero es un hombre honrado".