Manolo Morillo
La bandera como coartada
Cuando la política española continúa incendiada por la alta crispación que la dirige a todos los niveles llegando, a veces, a ser violenta por los adjetivos utilizados y por las altas dosis de maldad con que se alimenta, te alegra el espíritu escuchar el discurso de un señor que utiliza el cante, sus letras, para pedir un mundo mejor donde cabemos todos. Con nuestras culturas, con nuestras costumbres, con nuestras lenguas, con nuestras ideas, desde la diversidad, pero con altas dosis de tolerancia.
Escuchar a Serrat te hace retroceder muchos años, te hace recordar la época de juventud que ya no volverá, las penumbras encontradas para poder comprarte sus vinilos, tiempos que pasaron y pasó. Pero hoy sus canciones vuelven a tener actualidad en esta España que muchos se niegan a aceptar la polarización que ya existe y que es una realidad.
Nunca mejor que en este templo de Las Cortes donde comenzó, la libertad, para que Serrat con su exquisito discurso volviera a pedir "tolerancia" en unos momentos donde la democracia está siendo cuestionada.
Porque "tolerancia" fue la palabra que más utilizó este cantautor, catalán, español y del mundo. Una tolerancia que era la necesidad más acuciante en los lideres de la Transición Española y que hoy ha dejado de ser una búsqueda para la política actual. No se olvidó, el artista, de pedir el fin del genocidio en Gaza.
En esta época donde la IA se confunde con los avances del fascismo, las canciones, las letras, las poesías, de Serrat vuelven a ser necesaria en este país donde la crispación envuelve todos los niveles de las instituciones.
Pocos saben o pocos recuerdan que Serrat acompañó, junto a otros cantautores, a Rafael Escuredo en las históricas elecciones andaluzas del año 1982 en las que el PSOE obtuvo su gran mayoría y que sería la puerta para el triunfo del PSOE en las elecciones españolas y que daría por cerrada la Transición Española.
En definitiva, un gran acontecimiento el que se pudo contemplar en el Teatro de Las Cortes para celebrar que San Fernando es cuna del Parlamentarismo y que el Pregón de la Tolerancia que ofreció Serrat, doscientos veinte y cinco años después, lo hubiesen firmado aquellos Diputados que engrandecieron la Patria. Hoy la tolerancia vuelve a ser actualidad.
Serrat fue ovacionado con palmas por bulerías porque cantautores ha habido muchos y muy buenos, pero Serrat es diferente y siempre ha marcado el paso con su arte a los jóvenes y no tan jóvenes.
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