Manolo Morillo
La bandera como coartada
Andalucía está siendo primicia en los diversos informativos del país. Parece que nada más que se nos tiene en cuenta cuando salen a la luz pública problemas de nuestra comunidad.
Pero la crisis sanitaria que sumerge a Andalucía y principalmente a su gobierno, no es solo por una errática política sanitaria, es como consecuencia de una reducción de todo lo que supone un servicio público. Las políticas liberales de los gobiernos del Partido Popular están desmantelando todo lo bueno que tiene el Estado del Bienestar que nos hemos dado los españoles desde la llegada de nuestra Transición. Políticas públicas para que todos los ciudadanos tengan los mismos derechos. Derechos a una sanidad pública y gratuita, derechos a una educación pública, derechos a una Ley de Dependencia, en definitiva a unos derechos públicos que nos den la oportunidad de una igualdad para todos los ciudadanos sin discriminación.
La crisis de los cribados, de suma gravedad, ha abierto la puerta que da entrada a la mala gestión que el gobierno de Moreno Bonilla lleva siete años haciendo sobre la sanidad pública. Nunca ha estado peor la sanidad andaluza y mienten los que digan , entre ellos el propio gobierno andaluz, que es consecuencia de las políticas socialista. La sanidad que tiene Andalucía es obra de los gobiernos Socialistas que desde el año 1986 empezaron a transformar los antiguos y viejos ambulatorios en los nuevos y modernos Centros de Salud con una amplia cartera de servicios.
Pero hay una realidad importante. Son las asociaciones ciudadanas y especialmente la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública las que llevan años denunciando el deterioro de la sanidad andaluza mientras que los partidos políticos de la oposición no se enteraban de nada. Ahora han sido las asociaciones de mujeres afectadas por los cribados las que han puesto al gobierno de Moreno Bonilla sobre las cuerdas, los partidos han ido detrás de ellos. Mientras las listas de espera para ser atendido por el Médico de Familia aumentan las salas de espera están prácticamente vacías. Nunca ha habido tan pocos pacientes en los Centros de Salud. Por consiguiente ¿qué es lo que falla? La desorganización de la sanidad está actuando en todos sus niveles.
Ahora el presidente Moreno Bonilla quiere recuperar la sonrisa anunciando una nueva etapa para la sanidad pública, ahora que las denuncias están poniendo en riesgo su mayoría absoluta. Su soberbia le impide aceptar una comisión de investigación sobre los fallos en los cribados que sí reclama la Fiscalía.
Pero la sanidad no es el único problema que tiene Moreno Bonilla, le educación pública, las universidades, están a punto de estallarle. Ya las universidades privadas ofrecen más plazas que las públicas. Y se quiere desgravar a los perros y el gimnasio. Ver para creer.
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