El Alambique
Manolo Morillo
Miserables
El Alambique
El sábado pasado en la playa de La Caleta se celebró el espectáculo 'Gadir, el resurgir de los fenicios', que escenificaba la fundación de Cádiz. Era una propuesta de la compañía catalana La Fura dels Baus en coproducción con el Ayuntamiento. Hasta aquí sé que no he aportado nada nuevo, se hicieron eco los periódicos, las redes sociales y la noticia ha sido ampliamente comentada por los muchos portuenses que se acercaron a disfrutar del evento. Pero me gustaría abordar varios aspectos que me impresionaron tanto o más que el espectáculo en sí.
La organización me pareció impecable: puntualidad, control del número de personas que podía acceder para asegurar la comodidad y movilidad entre los diferentes focos de atención... El acceso, como era de esperar, fue muy gradual, ya que hubo gente que acudió incluso tres horas antes para asegurarse buena visibilidad. Pero es que la salida resultó igual de tranquila, la playa se desalojó rápidamente, no hubo aglomeraciones ni empujones y, hasta donde yo pude observar, el espacio que había sido ocupado quedó limpio, sin rastros de basura. Sé que puede parecer poco relevante, pero cuando se reúne una multitud de personas no siempre es así, más bien aparecen gritos, quejas, empujones, suciedad... Esta vez no se produjo nada de esto. El mismo civismo se observó también durante la representación ya que, exceptuando algún caso como el de un señor que estuvo todo el rato escuchando en alto los audios de sus conocidos y enviando él a su vez otros tantos audios a pleno grito, la gente estaba a lo que tenía que estar, y eso era precisamente a disfrutar del espectáculo que se ofrecía y, en la misma medida, a enorgullecerse de la participación de los gaditanos. Y es que, aunque muchos fuéramos a ver qué había hecho en esta ocasión La Fura, lo cierto es que, si no hubieran contado con la voluntariedad de los ciudadanía, con las academias de baile, las agrupaciones carnavaleras, los integrantes de la batucada, la intervención del bailaor flamenco Eduardo Guerrero... el éxito no hubiera sido el mismo. La propuesta era buena y la ciudad se involucró. Una fórmula estupenda.
También te puede interesar
El Alambique
Manolo Morillo
Miserables
Visto y Oído
Abogadas
Joaquín Benítez
Una resonancia para mi hija
Salud sin fronteras
Sanidad e impuestos
Lo último