El parqué
De menos a más
Más allá de lo amarillo
Uno, antes de empezar un partido importante, varios días antes empieza a mirar de reojo contra quien o quienes se va a enfrentar tu equipo, en este caso el equipo A, el principal, el de todos, el España, como expresan en el recreo los nenes de primaria. Y empieza el run-run en las tripas. Uno colige y ve un grandísimo lateral izquierdo, Guardiol, fichado rápidamente por Guardiola con sus sempiternos petrodólares. Qué curiosa paronomasia: Guardiol/Guardiola. Este bragado defensa contra otro nene, -éste no de primaria, sino de la ESO-: Yamal. Uno expurga y teme a un extraordinario pelotero (Modric), ayer una auténtica ruina. Algo parecido a lo que acontece con Nadal, quien muy penosamente está arrastrando toda su gloria por las pistas de tenis. ¿Es que no hay nadie de su alrededor que les diga a estos “viejos” que han sido muy buenos; pero que ya no lo son, que deben retirarse en loor de gloria, como muy sensatamente ha hecho Kroos? Asimismo se piensa en Perisic, otro vejete que removió a Croacia apenas salió al césped. O en Kovasic, un rudo, elemental e incansable exmadridista. El Madrid hizo muy bien en quitárselo de encima. Increíblemente Guardiola lo fichó hace un año. Qué cosas, ¿verdad? En definitiva, que, mirando aquí y allí, parece un equipo, si no temible, peligroso. Al encender la tele se enciende a la vez cierto temor. Perder sería tener que ganar a Italia y a Albania.
Pita el refre, como se decía en Carranza en 1957. “Fau, refre” oyeron mis oídos infantiles el día de la inauguración del apañado coso. Pita el refre y empiezan los boxers de la España cañí a ponerse estupendos. Avisados por la capacidad de Rodri en mantener derecha la espina dorsal del equipo, le sitúan un croata muy encima, intentando evitar así la fluidez del juego hispano. Cuesta mantener el balón; pero poco a poco entre que Rodri se va calentando y empieza a carburar el otro mostru de Los Palacios, Fabián, en una de esas, el mejor jugador del partido, mete una pelota rasa, besa el verde, rara avis, al 9 de España. Un nueve/nueve, torpón a veces, pero veloz para lo corpulento que es, traspone a toda la defensa, se planta ante el portero y atina. Viva Morata. Viva España y olé. Un gol es un desenfreno siempre; pero ahora más. La mesa de cristal del salón se tambalea, cuidado, que la partes…
Pasan unos minutos y Fabián confecciona la jugada de la tarde. Borde del área, deja sentado a Modric, le ha venido la bola a la pierna mala, tiene que contonearse como una anguila en un área saturada de hostiles, pero termina por acomodársela en la zurda y a las mallas. Peazo gol. Boquiabierta toda la familia. Qué clase. Como Minigómez, igualito, Vizca, gran fichaje el tuyo, cajita de bombones desde esa pasión turca que te entró de momento. Miopía sideral se llama eso en clase de Oftalmología. Ay.
Rodri sigue sin tocar apenas bola, pero Fabi juega por los dos. Lo mismo digo de Pedri, al que cuando se le ponen los pómulos rojos, ya hay que cambiarlo. No halló su sitio en ningún momento. Ni Javier Hernández ni De la Fuente se han dado cuenta de que tiene que jugar muy cerca del área, porque si tiene que bajar y subir, se desmorona como un polvorón de Estepa. Pero en el 41 aparece el de la ESO, esa pierna izquierda que ya vale 200 kilos, según la prensa gala, qué finura de toque, me recuerda a Beckham, el presi del más grande, y con esa suavidad de los bendecidos la coloca en ese par de metros que quedan a espaldas de la defensa y lejitos del portero.
El nuevo 9 de España, más listo que los ratones rojos, mete la puntera y párala si puedes. Es asombroso lo que Anceloti (ni un pelo de tonto) ha hecho con Carva. Le ha dicho: “Métete en el área en los córneres y en las faltas laterales, que como eres lateral y chico vas a pasar desapercibido”. Y así es. Que le pregunten al Borussia. Una Champions ganó el pequeñín agazapado con un giro de cabeza excelente.
El segundo tiempo fue un poquito chungui. No te aburrías por el temor a que los de a cuadritos metieran un par de goles; pero eso no ocurrió y líderes de momento. Vimos una España de boxeadores, de esos que te dan en el mentón y te dejan kO. Mucha pegada España, mucha. Al fin y al cabo el fútbol, admitámoslo, son goles.
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