Cuando el azahar quedó atrás, llegó mayo para convertirse en una explosión de júbilo mariano en nuestra ciudad. María, siempre presente en nuestra historia, quiere estar más presente que nunca entre nosotros.

“Todo con María, nada sin Ella” así finalizaba el acto de la Bendición y Coronación Litúrgica de María Santísima del Perdón, la Madre del Prendi portuense en el que ya he denominado en varias ocasiones, joyero del Convento del Espíritu Santo.

El día de la madre nos regaló esta agrupación parroquial otra madre para La Pasión de nuestra ciudad y que deseo que en un pronto futuro veamos pasear por sus calles.

Desde la Parroquia de San Joaquín sonaron cohetes y olió a romero durante los días de culto de la Hermandad del Rocío Portuense. Romeros que ya aguardan los días grandes de su devoción, la cual espera su regreso desde Almonte a su Aldea del Rocío para vivir de nuevo el Lunes de Pentecostés.

La Virgen de Fátima, desde la Basílica, recorrió algunas calles de su Feligresía el día de su Festividad.

Nuestra Señora de la Alegría, tras una década sin pisar el adoquín portuense, lo hizo de nuevo el pasado sábado durante un Vía-Lucis organizado por el Consejo de Hermandades. Una jornada de sábado que viví personalmente con especial ilusión ya que la hermandad tuvo a bien contar para portarla con aquellas personas que en su día formábamos parte de aquella cuadrilla de costaleros que los Domingos de Resurrección paseábamos a La Alegría por El Puerto, detalle que agradezco enormemente. Pensé que la ciudad acogería este acto con mayor calor, pero para determinadas cosas, no tenemos remedio. En fin, quien estuvo lo pudo vivir y lo pudo disfrutar.

Otra devoción de peso e historia en nuestra ciudad como es la Virgen del Carmen se enfrenta este próximo domingo a un día decisivo para su futuro. Después de poco menos de un lustro con una Junta Gestora, la hermandad convoca a sus hermanos para celebrar Cabildo de Elecciones.

Nuestra ciudad gira en torno a María, Pasionales y de Gloria.

Un mes de mayo, en el que nuestra ciudad queda bendecida, por las manos de una Madre, donde su Puerto es el de Santa María.