Los titanes humanos de Rodin se hacen presentes en la calle Ancha

La vía acoge desde ayer la muestra 'Auguste Rodin en Cádiz', un conjunto de siete esculturas elaboradas por el artista francés · Las figuras permanecerán expuestas hasta el 24 de noviembre

Teófila Martínez y Lluís Reverter, ayer en la calle Ancha ante la escultura de 'El pensador'.
Teófila Martínez y Lluís Reverter, ayer en la calle Ancha ante la escultura de 'El pensador'.
Pilar Vera/ Cádiz

14 de octubre 2010 - 05:00

No es cierto que Rodin esculpiera a hombres: de sus manos surgían titanes. La tensión dolorosa, la fuerza apenas contenida, los gestos dramáticos, las manos crispadas, el extremismo del que hacen gala las creaciones de Rodin son -a la vez- cualidades sobrenaturales y tremendamente humanas. La desmesura de Atlas o Prometeo late bajo pieles mortales. Con Rodin, el comedido mármol del neoclasicismo, del alma angélica, salta en pedazos.

"Rodin es el gran escultor de los dos últimos siglos -comenta el secretario de La Fundación La Caixa, Lluís Reverter-. Partiendo de cánones clásicos, cambió el curso de la escultura y la introdujo en la modernidad. Es famosa la anécdota que se cuenta de su participación en un concurso de jóvenes valores en París, donde creían que había utilizado un modelo de carne y hueso para realizar el molde de La Edad de Bronce, afirmación que era falsa".

Reverter, acompañado del delegado general de La Caixa en Cádiz, Extremadura y Huelva, Miguel Ángel Polanco, presentaba la muestra Auguste Rodin en Cádiz. Una exposición a cielo abierto en la calle Ancha en la que los viandantes podrán contemplar siete esculturas realizadas por el artista francés: la figura de El pensador que vigila la tumba de Rodin y varias esculturas del conjunto de Los burgueses de Calais. Ambos responsables pasearon por entre los trabajos junto a la alcaldesa, Teófila Martínez; el concejal delegado de Cultura, Antonio Castillo, y la candidata socialista a la alcaldía, Marta Meléndez.

La posibilidad de contar con estas obras para exposiciones al aire libre se debe al acuerdo existente entre la Fundación La Caixa y el Museo Rodin de París -un convenio que permite que estas figuras puedan salir de su enclave original tres veces al año-.

"El pensador es, junto con El beso, la obra más representativa de la producción de Rodin -apunta Lluís Reverter-. Fue un trabajo que el escultor cambió y repensó en numerosas ocasiones, y se identificaba tanto con él, de hecho, que fue el que eligió para coronar su tumba".

"El pensador fue concebido para formar parte de Las Puertas del Infierno, y representaba al patriarca de las letras italianas, Dante Alighieri. El conjunto que iba a constituir la entrada al Museo de Artes Decorativas de París nunca llegó a concretarse, y los trabajos permanecieron en el taller de Rodin. Mientras, el artista fue depurando la idea de esa escultura que quería representar la razón y el esfuerzo implícito en todo proceso reflexivo", explica Reverter.

"Los burgueses de Calais nos recuerda el episodio vivido en el siglo XIV por la ciudad francesa, asediada por el ejército inglés -continúa-. El rey Enrique III accedió a aceptar la capitulación no sangrienta si, a cambio, ejecutaba a varios ciudadanos que accedieran a sacrificarse por su comunidad".

El trabajo realizado por Rodin -las otras seis figuras que pueden contemplarse en el casco antiguo gaditano- representa a estos hombres ejemplares. Las esculturas recogen la agonía que pudieron vivir en lo que creían era el camino de su ejecución: un sufrimiento totalmente innecesario puesto que la reina intervino en su favor y el monarca anuló la pena.

El conjunto de Los burgueses de Calais sigue estando frente al ayuntamiento de esta localidad, a nivel del suelo, como exigió en su momento el propio Auguste Rodin: "Así, el sacar estas esculturas a la calle tiene aún mayor sentido -comenta Lluís Reverter-, porque era precisamente lo que Rodin quería con sus trabajos: acercar el arte al pueblo, hacer que lo conocieran y pudieran identificarse con él. Una concepción que resultaba tan distinta, además, del discurso dominante en el XIX, con todas esas esculturas ecuestres típicas que se sitúan, en forma y actitud, tan por encima del vulgo".

"Antes de venir -confiesa Reverter- , me puse a leer la Constitución de Cádiz. Realmente, es un privilegio ser la ciudad madre de todas nuestras Constituciones y ejemplo de libertad. Unos valores que, si se piensa, representan tantos Los burgueses como El pensador: el triunfo de la libertad, del bien común y del pensamiento racional".

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