"En el siglo VI antes de Cristo ya había perspectiva aérea en el arte"
Jaime Siles cierra hoy el ciclo Voces en el Museo con una charla en la que analiza 'El arte en la Antigüedad clásica y en la modernidad: diferencias y coincidencias'
El poeta y ensayista Jaime Siles (Valencia, 1951) será el encargado de cerrar hoy el ciclo Voces en el Museo. Una charla que explorará las diferencias y coincidencias del arte de la Antigüedad clásica y de la modernidad y que se realizará "bajo la advocación" de la estatua de Adriano heroizado que exhibe el Museo Provincial.
Y es que, aunque nuestro conocimiento del arte antiguo sea fragmentario, "sí podemos establecer diferencias y similitudes con el arte actual -comenta Siles-, siendo la principal diferencia la diferente concepción de la naturaleza. Con la llegada de la Revolución Industrial, la naturaleza quedó desprestigiada, y eso explica el arte que producen las vanguardias históricas. Pero la Antigüedad es mucho más rica de lo que nosotros imaginamos: no nos damos cuenta, por ejemplo, de la cantidad de siglos que incluye".
Un periodo en el que abundan precedentes de las realizaciones modernas: por ejemplo, la pintura de bodegón, los paisajes, "el impresionismo mucho antes de que los franceses lo hicieran o la pintura de interiores antes de los maestros holandeses -continúa Siles-. De hecho, tenemos incluso un precedente de La rendición de Breda, por el tema de las lanzas, o un taller que es exactamente igual que el de Las Hilanderas de Velázquez".
Para Jaime Sales, la ruptura en términos artísticos entre el mundo antiguo y el actual se produce a finales del siglo XVIII, cuando "empieza a surgir un pensamiento distinto en torno a la naturaleza, una visión de la naturaleza que se inspiraba en muchas fuentes clásicas: tanto ingleses como alemanes leían Sobre lo sublime, de Longino -indica-. En el siglo XIX se produjo un hecho muy importante a nivel social que iba a influir a distintos niveles: la llegada del ferrocarril permitió, entre otras cosas, intercambiar los excesos de alimentos y se vivió un intenso aumento demográfico. Toda una revolución si pensamos que, desde Augusto hasta el siglo XVIII, la población europea había sido más o menos la misma".
El cambio fue tan importante que dinamitó el Antiguo Régimen y gran parte de los conceptos estéticos: "Hasta ese momento, el arte trataba de imitar a la naturaleza pero, a partir de entonces, se ve que la industria es capaz de producir productos más perfectos que la propia naturaleza -prosigue Siles-. El imaginario del ser humano va a ir apartándose del modelo natural y lo va a ir sustituyendo por otro tipo de imágenes y referentes".
¿Cómo se casa, entonces, la influencia que el arte primitivo tuvo en todas las vanguardias europeas del siglo XX? "Es cierto que Picasso imitó lo griego y lo ibérico, y que Matisse y Braque exploraron las posibilidades del arte negro -apunta-. Pero no podemos decir que el arte de la Antigüedad fuera un arte primitivo, porque había desarrollado unas técnicas muy interesantes, como los inicios de la perspectiva aérea, algo de lo que encontramos ejemplos en los siglos VI y V a.C. antes de que se diera en el Renacimiento italiano".
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