Hay hallazgos fortuitos y otros casi premeditatos. Hallazgos casuales y otros realizados en obras. Y las pautas a seguir en ambos casos son bien distintas.

Así lo explica Carmen García Rivera, directora del Centro de Arquelogía Subacuática (CAS), quien señala que ante un descubrimiento casual "hay que mantenerlo in situ, posicionarlo, tomar referencia y notificarlo lo antes posible a la Consejería de Cultura". Antes, comenta, "había un plazo para entregar la pieza, pero las cosas han cambiado".

De esta forma , lo habitual es que uno o varios técnicos acompañen al descubridor para verificar la existencia de tal yacimiento. "Se confirma y se crea un espacio de protección que se incluye en el sistema de de información del Patrimonio Histórico de Andalucía". Sin ir más lejos, en el transcurso de esta entrevista una técnico del CAS andaba en una campaña de verificación de un aviso realizado por un buzo.

A modo de anécdota, García Rivera narró la historia del yacimiento de los Cañones de Candela, en Almería. "Nominación que responde al nombre de la hija pequeña del descubridor. Es una deferencia que se tuvo hacia este veraneante". Si bien, no quiere decir que sea ésta una práctica muy habitual.

Respecto a los descubrimientos en obra, como los que el pasado febrero tuvieron lugar en la construcción de la nueva terminal de contenedores, "hay que decir que no son fortuitos porque previamente se realizan informes".

En este caso, al ser una zona de servidumbre arqueológica, la Consejería de Cultura debe determinar en un informe -realizado por el CAS- qué cautelas arqueológicas se deben llevar a cabo antes y durante la obra.

No obstante, reconoce la experta, hay muchas vías de protección de los fondos, ya que es "habitual que se realicen informes de impacto ambiental antes de iniciar obras en el litoral".

Y esto es lo que ha ocurrido en el puerto y por lo que ha sido posible localizar los dos pecios probablemente históricos. Un descubrimiento en obra sin precedentes en estos últimos diez años, en los que no se ha verificado la existencia de pecios de la importancia -parecen del siglo XVII o XVIII- de los dos últimos.