Una exposición, por lo general, está reñida con las prisas. Si está bien montada, bien estructurada, si muestra un contenido de interés, la exposición demanda sosiego, calma para explorar sus rincones, leer sus textos en profundidad, recrearse con las obras o documentos y lograr como espectador ese regusto que produce salir de una sala conociendo mejor, y a veces más, el objeto principal de la exposición. Algo de esto pasa con Los Machado. Fondos de la Colección Fundación Unicaja, la muestra que hasta el 25 de febrero de 2022 se puede visitar en la sede de Cádiz de la fundación y que recorre la vida de la saga familiar, con especial detenimiento en las figuras de Antonio y Manuel Machado, a través de un valioso conjunto de documentos personales que llaman al visitante a recrearse en muchos de ellos para conocer mejor el universo poético y vivencial de los Machado.

La exposición abrió ayer en Cádiz con la presencia de Rafael Muñoz Zayas, director de Actuaciones Socioculturales de la Fundación Unicaja, y de Mercedes de Lecea Machado, sobrina nieta de Antonio Machado y nieta de su hermano Francisco, el quinto hijo de la familia. Ella fue, además, la encargada de pronunciar la conferencia que precedió a la inauguración oficial de la muestra.

Articulada en varias secciones temáticas, la exposición muestra en una de ellas el bastón de Antonio Machado, el complemento que le acompaña en muchas de sus fotos más conocidas y con el que viajó en su exilio hasta Colliure. De allí lo trajo hasta España su hermano Manuel cuando viajó a tierras francesas tras conocer la muerte de su hermano. Mercedes de Lecea Machado se fotografió con él ante la prensa, relató cómo se rescató en su día y destacó lo mucho que representaba aquel artilugio de madera propiedad, hace más de 80 años, de uno de los mejores poetas españoles: “Es un símbolo; vemos el bastón y lo vemos a él. Es la mejor imagen para acercarse a su persona”.

Rafael Muñoz Zayas, por su parte, destacó la labor de la Fundación Unicaja a la hora de apostar por la “conservación, difusión y estudio del legado machadiano”, que la fundación andaluza adquirió entre los años 2003 y 2018 y del que se nutre la exposición abierta desde ayer en Cádiz.

Y es que la muestra es un completo recorrido por ese universo machadiano personalizado generalmente en Antonio y Manuel pero que, como en cualquier saga familiar, va más allá de sus figuras más conocidas y guarda entre su particular memoria histórica a otros personajes menos nombrados pero también con trascendencia. Como la figura de José Machado, el mayor de los hermanos y a quien Mercedes de Lecea presentó casi como el secretario de Antonio, el encargado de pasar a limpio, con su cuidada letra, los escritos del poeta y quien, además, lo acompañaba en Colliure a la hora de su muerte. De hecho, uno de los documentos más destacados de la exposición es la extensa carta que José escribe a sus hijas, que se encontraban entonces en la Unión Soviética, comunicándoles la muerte de Antonio, un texto que se acompaña de la foto del cadáver del poeta envuelto en la bandera republicana.

O la raíz gaditana de la familia Machado, explicada en la sección dedicada al árbol genealógico de la familia y en un apartado dedicado a la relación de los Machado con distintas ciudades, entre ellas Cádiz. Porque aquí nació en 1814 el abuelo de los hermanos Machado, Antonio Machado Núñez, quien también comenzó en la capital sus estudios de Medicina. La Biblioteca de Temas Gaditanos, que precisamente se encuentra en la sede de la Fundación Unicaja, guarda tres libros del siglo XIXdel abuelo paterno de los Machado: un catálogo de aves de las provincias andaluzas, otro catálogo de peces de las costas de Cádiz y Huelva y un tercer catálogo de los mamíferos de Andalucía.

En las distintas secciones en que se divide la exposición, que como es habitual ocupa la planta baja de la sede la Fundación Unicaja en la calle San Francisco, se muestran muchos aspectos de los Machado, tanto los más conocidos como otros detalles menos sabidos públicamente pero que, en esta exposición, revelan su importancia.

Así, la muestra invita al visitante a recorrer la poesía de Antonio Machado, sus documentos y objetos personales, los documentos y la correspondencia de Manuel Machado, el árbol genealógico de la familia acompañado de una vitrina con fotos, las cartas familiares entre padres, hermanos, hijos y sobrinos, las principales ciudades de los Machado (con un destacado especial para Cádiz, Sevilla y Madrid), una amplia sala dedicada al teatro de los hermanos Machado (con carteles y numerosas fotos de los estrenos de sus obras) y un audiovisual que se proyecta en una zona de la exposición y en el que los versos de Antonio Machado leídos por escolares se mezclan con las canciones que Joan Manuel Serrat musicó a partir de sus versos.

La exposición se completa con una colección de retratos de los hermanos Machado, tanto dibujos como caricaturas, firmados por artistas como Eugenio Chicano o el Equipo Crónica. Cuadros tan destacables como las fotografías que se reparten por todas las secciones, imágenes significativas como en la que Manuel y Antonio aparecen junto a la actriz Margarita Xirgú, que está caracterizada como el personaje de Reyes que protagoniza la pieza teatral La duquesa de Benamejí.

Es, en definitiva, una exposición para recorrerla con la calma necesaria para descubrir cómo era el ámbito familiar de los Machado y cómo vivió sus momentos más históricos, con especial relevancia del exilio que vivió Antonio en Colliure, la tierra desde la que se marchó definitivamente tan “ligero de equipaje” como había prometido en sus versos.