Cultura

La nueva fisionomía de un monumento vivo que se irá transformando estos años

"El objetivo en el Teatro Romano de Cádiz es que todos los restos arqueológicos que se saben que forman parte del monumento queden a la vista". Así explicaba el arquitecto Tomás Carranza a este periódico la filosofía de los trabajos que próximamente irán transformando este monumento vivo. Es el caso de la excavación que está a punto de comenzar -una vez tramitada la licencia de obra- en una de las caballerizas de la Posada del Mesón, donde se excavará un tramo de la galería anular que justo en este tramo conecta con otra radial. "No está en el mismo estado de conservación, sino más derruida, pero se podrá ver el punto de conexión" y probablemente puede ser el nuevo punto de acceso a la galería, aunque hay que ser cautos y comprobar el estado de los restos, comentaban ayer los técnicos.

Otra de las transformaciones necesarias es la recuperación de la presencia que tuvo el edificio en su entrada por el Campo del Sur, donde está previsto construir una pieza basamental a la que se acceda por una rampa, que continuará por los muros de vigorito y sobre la que se construirá una estructura diáfana cuyo fin es recuperar la volumetría de la antigua fachada del teatro. Porque actualmente la conexión entre el tejido urbano y los restos son rupturistas. "Esto permitirá que el teatro sea visible y que se produzca un diálogo entre la nueva estructura arquitectónica y se pueda ver con una referencia curva", comentó Francisco Alarcón. Se estudiará asimismo si se hace "una entrada alternativa" por la zona superior del graderío, tal y como recordó el alcalde de la ciudad, José María González, al hilo de la presentación que hizo en marzo el arquitecto Francisco Reina. Un teatro que se medirá a base de proyectos e inversiones con la apuesta real que se haga de él en el presente y futuro.

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