Desde hoy a las siete de la tarde se puede visitar en el Museo del Títere la exposición Todos los mundos, integrada por los muñecos elaborados por estudiantes de diez colegios gaditanos y que protagonizaron el pasacalles con el que se abrió la última edición del Festival del Títere. La concejala de Cultura, Eva Tubío, presentó ayer la muestra acompañada por Eduardo Bablé, coordinador de la actividad, y por las directoras e impulsoras del pasacalles, Patricia Garzón y Desiree Ortega.

Esta exposición muestra las piezas y la documentación gráfica del pasacalle Todos los mundos que inauguró la 35 edición del Festival Internacional del Títere de Cádiz el pasado 23 de mayo. En la elaboración de las piezas y su desarrollo participaron diez centros escolares, así como diversas entidades ciudadanas. Tanto en lo que respecta al espectáculo como a la obra plástica, el protagonismo corresponde sus autores: alumnado de primaria y enseñanzas medias, así como componentes de asociaciones y otros colectivos.

De esta forma, según informa el Ayuntamiento, "se ha vinculado el Museo, el Festival del Títere de Cádiz y la ciudadanía, a través de la escuela pública. De hecho, los museos no pueden limitarse a ser meros centros expositivos o de conservación de bienes. Por el contrario, deben constituirse en espacios dinamizadores de la vida de la comunidad y núcleos de proyección social".

Conocer, sentir, vivir y crear nuestro patrimonio es el centro de nuestra propuesta. Así, se ha implicado a centros escolares, familias y entidades ciudadanas en el conocimiento del arte de las marionetas; en la divulgación de su patrimonio cultural, a través de la bicentenaria tradición de títeres de La Tía Norica de Cádiz; finalmente, a la participación en obras de diversos géneros teatrales y música, junto con otras expresiones artísticas. Los elementos que conforman esta exposición se distribuyen por todas las salas del museo, generando un 'diálogo' con su colección permanente.

Eva Tubío agradeció en la presentación de la muestra a todo el alumnado de diez centros educativos de la ciudad la participación en este proyecto: "No tengo más que palabras de agradecimiento para vosotros, alumnos, y para vuestros profesores y profesoras que habéis contagiado de ilusión y de emoción este magnífico trabajo que hoy presentamos aquí y que estará expuesto en vuestro Museo. Quiero recalcar que habéis sido vosotros, niños y niñas, los que habéis protagonizado un gran evento cultural y artístico, con gran impacto mediático en los medios de comunicación. Habéis sido actores y actrices, músicos, bailarines, así como artífices, creadores y manipuladores de las figuras. Ahora figuráis como autores y autoras de las obras expuestas aquí, en el Museo, en vuestro Museo". En la rueda de prensa también estuvieron presentes un grupo de estudiantes del instituto Cornelio Balbo que interpretaron tres canciones, una de ellas el famoso tanguillo del Sainete de La Tía Norica

El pasacalle Todos los mundos está vinculado al nuevo proyecto museológico 'El mundo nuevo de los títeres'. A la manera de los antiguos cosmoramas, titirimundis, totilimundis o mundinovis, que prometían "el mundo entero por un agujero", queremos dar a conocer el mundo del arte de las marionetas, a través del Museo del Títere.

La muestra tiene una parte de exposición de objetos artísticos, realizados por los participantes, vídeos y fotografías. Además están previstas diversas actividades a realizar en el museo para el próximo curso, relacionadas con el proyecto activo Todos los mundos que continuará desarrollándose también en los centros educativos y en colaboración con otras entidades ciudadanas.

El pasacalle de inauguración del 35 Festival Internacional del Títere de Cádiz comenzó en el patio del Museo del Títere, donde tuvo lugar el encuentro con la ciudadanía, colectivos y escuelas. Participaron diez centros educativos y más de 800 alumnos. Abrieron la comitiva, dos gigantescos títeres representando a los populares personajes de la tradición gaditana: La Tía Norica y su nieto Batillo.

El pasacalle recorrió las calles del barrio de Santa María y Pópulo hasta plaza de Catedral, donde se realizaron una serie de actuaciones que terminaron con la interpretación de todos los participantes del Tanguillo de La Tía Norica, compuesto por Eduardo Bablé. La meta final fue la plaza de Candelaria, lugar donde estuvo ubicado el convento del mismo nombre y que albergaba la Hermandad de Carpinteros de Cádiz, a la cual pertenecía la familia Montenegro, los primeros directores del teatro de la Tía Norica.