Cultura

La mujer que revoluciona Baelo Claudia

  • El hallazgo de la inscripción y el monumento funerario de la poderosa Junia Rufina plantea acceder por la necrópolis y ponerla en valor

Junia Rufina tuvo que ser una mujer realmente influyente en la ciudad romana de Baelo Claudia. Tanto, que poco antes de entrar por la puerta principal, por la Puerta de Carteia, se levantaba, imponente, un monumento funerario en honor a su memoria de cuatro metros de altura y flanqueado por unas bellas columnas y capiteles corintios de mármol importados. Tanto que ella misma fue la promotora de este singular edificio excavado recientemente en el conjunto arqueológico, ni su esposo ni sus familiares como era tradición, sino ella misma. Hasta el pasado mes de junio sólo se conocía de esta fémina la escultura togada tardorromana sin rostro localizada en 2004 y que está expuesta en el museo del edificio, pero la reciente aparición de una inscripción única en Hispania por haber mantenido intactas todas y cada una de sus letras en bronce ya nos avanza que la aristócrata Junia Rufina tuvo y mantiene su gran poder. El de revolucionar Baelo Claudia hasta el punto de proponer el anhelado cambio en el circuito de visitas con la entrada por su puerta natural tras pasar por su necrópolis, la modificación de la musealización del edificio y la puesta en marcha de una muestra temporal para contextualizar y mostrar a sus miles de visitantes el hallazgo liderado por Fernando Prados, del Instituto de Arqueología y Patrimonio Histórico de la Universidad de Alicante.

Iván García, arqueólogo del conjunto, narra la sorpresa que supuso localizar la inscripción intacta, tras el gran impacto -cuatro metros abajo- que sufrió como consecuencia del terremoto que azotó la hermosa ciudad romana en el siglo IV d.C. Un tremendo temblor que derribó parte de la ciudad, pero que también catapultó la inscripción hasta el punto de mantenerla a salvo del expolio, haciendo de ésta una pieza única en toda Hispania.

En la gran pieza, "que fue levantada por una empresa especialista" se indica que fue "hija de Marco", y aparece en diminutivo su apellido, Ruf, "en referencia a las familias de linaje fenicio púnica". Actualmente está en proceso de conservación y restauración, además de analizarse "el bronce por si mantiene pan de oro" y el estuco "por si conserva policromía", señala el arqueólogo de Baelo Claudia frente a la pieza conservada en uno de los laboratorios del centro. Muy cerca y musealizado se encuentra su torso togado, mientras que el resto del conjunto funerario del que un día formó parte se levanta junto a la entrada por puerta Carteia, que era donde se enterraban a los poderosos. "Así eran las necrópolis romanas, se accedían a las ciudades por la vía sepulcral y veían quiénes eran los más poderosos". Y es que la enigmática Junia Rufina tuvo que serlo y de ahí la importancia de excavar su mausoleo al completo, "queda un 30 por ciento por excavar y sería interesante para contextualizar y entender todas las fases", explica el arqueólogo. Para ello es necesario que la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía dé el visto bueno a la prórroga de este Proyecto General de Investigación sobre la necrópolis de Baelo. "Aún no ha aparecido el altar del monumento, ni el rostro de Junia, o lo mismo hay más sepulcros de su familia, si tuvo". De apostar por el proyecto, "tendríamos la oportunidad única en todo el Mediterráneo de acceder a una ciudad romana por su necrópolis. Como en Pompeya", dice Fernando Prados, director del proyecto.

En torno a la necrópolis también han documentado un fenómeno interesante vinculado a la relevancia de la mujer que lo habitó. "Durante siglos continuó cierta memoria histórica en torno a la importancia del sitio, de modo que a día de hoy se ha formado como una especie de área sacra". De hecho han documentado ya siete sepulturas y hay otras siete más con inhumaciones tardías. "No era necesariamente por vínculos familiares sino porque buscaban lugares importantes donde enterrarse".

Así que el objetivo es terminar de excavar el conjunto funerario y conexionar con la antigua puerta de Carteia, cuyo camino también está por excavar. "Sería el único decumanus máximus completo de toda Hispania", explica.

El recorrido arrancaría cerca al mausoleo de Junia Rufina, donde se observan dos espacios, "uno diáfano y abierto que era una especie de jardín funerario donde los familiares venían a rendir culto; una plataforma sobre elevada con podio de acceso y flanqueada por columnas de mármol, en cuyo interior estaba la escultura, probablemente junto a un nicho con la urna con los restos de incineración". En la parte ajardinada se ven los geotextiles que cubren "restos de rituales de comensabilidad, pues los familiares se tomaban un refrigerio cuando venían a rendir memoria a sus muertos". Junto a este monumento hay otro de mayor extensión que no parece a priori tan rico en materiales, aunque "está recubierto de estuco".

Un descubrimiento que, en nombre de Junia Rufina, pondría en valor a la ciudad junto a una necrópolis hasta ahora desconocida, lo que sería todo un paradigma para la cada vez más esplendorosa ciudad de Baelo Claudia.

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