Luis Galán no se corta para nada en Cannes. A poco, el cineasta barbateño será recibido este año como se recibe a los amigos que visitan frecuentemente una misma casa. Porque no en vano, la del próximo mayo será la tercera ocasión en la que Galán comparezca en el festival francés con uno de sus cortos bajo el brazo, en una sección no competitiva en la que, por tanto, la simple selección supone un premio y un espaldarazo en toda regla a su cine metafórico y cuidado. Constelación urbana es el título de la nueva cinta de Luis Galán, una historia de tres parejas rodada en blanco y negro y en la que se alterna el inglés y castellano.

Aquí, en el idioma, radica precisamente una de las diferencias respecto a los otros cortometrajes proyectados en Cannes, que fueron rodados íntegramente en inglés: The Last of the Nights y Madrid, Drawings... and Foreign Girls. Pero Luis Galán explica que Constelación urbana es también una cinta en la que vuelve "a narrar", después de los anteriores trabajos centrados más en "lo visual".

Es una historia de tres parejas, una de ellas formada por dos chicas, que dialogan y entre las que se adivinan ciertas conexiones. Estima Galán que se trata de una historia con la que el espectador se puede identificar y en la que su cine metafórico vuelve a estar presente, comenzando por la elección del blanco y negro para afrontar este rodaje.

"Me gustan las metáforas -confirma el realizador barbateño-, siento que mi cine tiene que transmitir algo más de lo que se ve en escena. Yo no coloco cosas porque queden bien, aprecio mucho la poética de lo que aparece en cada escena, y nada aparece por azar, sino porque quiero lanzar algo al subconsciente del espectador. Lo que aparece en escena tiene que tener algo más por detrás; si no, me parece que estoy engañando al espectador".

Desde luego, no parece Cannes el festival más apropiado para engañar a nadie. El prestigio del certamen francés radica en buena parte en la selección de las películas, tanto las que forman parte de la más llamativa y comercial sección oficial, como de aquellas otras que integran las otras secciones a concurso o, como en el caso de la cinta de Galán, las que entran en apartados sin premios, como el Short Filme Corner, donde se proyectará la película española el próximo 16 de mayo.

Luis Galán sabe además, lógicamente por experiencia, que Cannes es un lugar ideal para lograr contactos importantes en el mundo del cine, que en torno al festival existe toda una programación a la que él, por ser seleccionado, accede sin problemas con su acreditación y donde puede encontrar apoyo para sus nuevos proyectos cinematográficos y artísticos. En este punto, el realizador gaditano lamenta que en España exista "cierto inmovilismo" cuando se presentan diferentes proyectos a productoras o distribuidoras: "Es una pena, pero sí, en el extranjero me suelen hacer más caso, al menos contestan. En España, muchas veces, ni siquiera contestan".

En estos días, Galán sigue trabajando en el montaje final de la obra que llevará a Francia. Aunque él es el responsable del guión, dirección, coproducción y montaje, el cineasta se ha rodeado de un equipo de una veintena de profesionales, entre ellos tres barbateños como él: David Acereto (director de fotografía), Ramón Morillo (coproducción y sonido) y la actriz Celia Pérez.

Curioso es, precisamente, este último caso, pues se trata de una intérprete paisana de Luis Galán a quien el director ha conocido en Madrid justo antes del rodaje de esta película. La actriz se mete en la piel de uno de los personajes del cortometraje, aunque su papel, según explica Galán, terminan teniendo cierta relevancia en una obra tan coral: "Al final, el personaje que más se abre es que el encarna Celia", explica el cineasta barbateño.