Los hermanos Lobo se sumarán mañana, en la madrileña sala Galileo Galilei, al homenaje que numerosos artistas hispanos tributarán al cantautor extremeño Pablo Guerrero, a quien profesan una admiración sin límites, como artista de indudable prestigio y "uno de los más grandes, situado quizá entre los tres, incluso dos, mejores letristas de este país", apuntan Fernando e Ignacio Lobo con absoluto entusiasmo antes de emprender la aventura del mes de junio, que les llevará también a Inglaterra.

Serán los Lobo los únicos andaluces que tomarán parte del homenaje a Pablo Guerrero, amén del isleño Antonio Toledo, que tocará la guitarra con María José Hernández. Del cartel se ha caído a última hora Carlos Chauen. Cantarán también Ismael Serrano, Pedro Guerra, Javier Batanero, Javier Bergia, Joaquín Lera, Francisco Espinosa, Rafa Mora, Marwan, Moncho Otero, Javier Maroto, Álvaro Fraile, Olga Andrés, Javier Prieto, Carlos de Abuin y José Córdoba.

Representan los hermanos Lobo el relevo generacional en tal muestra de cariño y pleitesía al cantautor y poeta de extrema sobriedad, tupida barba y coplas colmadas de ironía e imágenes de extraordinaria belleza. Guerrero recibió un homenaje en forma de disco hace un par de años, bajo los auspicios del sello de Ismael Serrano, el portuense Javier Ruibal firmó un bello Paraíso ahora. Luego, Guerrero realizó su particular homenaje a poetas de su tierra, en el álbum Luz de tierra, y ahora le toca a él pasar por el trance.

Curiosamente, bromean los hermanos Lobo en torno a la legendaria sala Galileo Galilei, donde han tomado forma tantas carreras musicales, entre ellas la del mismo Ruibal. "No hemos ido nunca al local y, lo que son las cosas, la primera vez será cantando, nada más y nada menos que a Pablo Guerrero", apunta Ignacio. Los Lobo barajan dos canciones para elegir la pieza que interpretarán el lunes.

A mediados del mes de junio, los hermanos marcharán a Inglaterra, donde Ignacio trabaja en calidad de profesor, para cantar en el colegio Saint John Fisher de Wigam, a lo argo de cuatro jornadas dedicadas a las artes escénicas, la especialidad del centro de enseñanza británico. Cada año se celebra un encuentro semanal. Ignacio y Fernando pretenden emplear sus actuaciones ante los estudiantes ingleses con intenciones didácticas, de hecho prepararán un repertorio muy especial, "una muestra de la diversidad de la música española, desde ecos de Cádiz hasta guiños a Cuba, cantautores, por, rock, etc". El idioma no será problema, como tampoco lo es cuando suena la música anglosajona en tierras latinas. "No obstante, entre canción y canción buscaremos la sonrisa y la complicidad del auditorio".

Ignacio Lobo confirma las dramáticas sospechas: "Los chavales ingleses sólo conocen a Enrique Iglesias, y piensan que los Gypsy Kings son españoles. Y del mundo hispánico, saben de Shakira, Juanes y poco más". Circunstancia que le mueve a reflexionar que "en España disfrutamos de una mayor riqueza musical, la gente está informada del rock y el pop inglés o americano, pero allí nada saben de Latinoamérica, quizá no nos demos cuenta de la ventaja que llevamos en cuanto a cultura musical".