Los Vivos. Músicos

"La gente es quien nos animó a tocar y quien nos animó a grabar"

  • La formación gaditana presenta su primer disco, 'Deja algo pagao', esta noche en El Pelícano El sábado participan en el festival Flamenkeando.

Una maqueta puede estar a un cerveza de distancia de un disco. ¿No lo creen? Pues apliquen las matemáticas alcantarilleras, la geometría marmórea, la aritmética del día a día. "Una de más" y "si es de balde, mejor". Una filosofía y un concepto escénico, el de Los Vivos, más largos que anchos, con cuerpo de escenario -cuatro añitos, nada más y nada menos, desde su debut en el Mónaco- y con disco, por fin, bajo el brazo. "La gente es quien nos animó a tocar y quien nos animó a grabar. Estamos bajo presión", ríen David Mendoza, David Alcedo y Javier Madroñal, tres de los cuatro componentes de la formación gaditana (falta Sursu) que se reunieron el mediodía de ayer alrededor de las rubias de sus amores para hablar de Deja algo pagao, el compacto que esta noche presentan en El Pelícano.

"Una cerveza de más", se jactan, al unísono, sobre la decisión que tomaron el pasado noviembre. "El 15 de noviembre", puntualiza, al quite, Alcedo. "Ole, qué memoria", jalean los compañeros. Y es que en dicha fecha Los Vivos se metieron en El Búnker comandado por Paco Atómico para grabar el que sería su primer disco, fruto "de muchas de las canciones que venimos tocando en directo más algunas que teníamos abandonadas", explican los músicos que desecharon la idea de la maqueta y fueron a lo grande, vistiendo, además, sus temas de largo para el debut. "Sí, le hemos dado otro tipo de arreglos, ya que te metes, te metes", bromean.

Y bien que se metieron. Desde noviembre "hasta una semana antes de Carnaval" y porque "teníamos que sacar el repertorio de la chirigota que lo hicimos en una semana", recuerda Mendoza que junto con Alcedo forman uno de esos dúos callejeros reclamados en la fiesta gaditana. De hecho, y en cierta manera, ahí comienza el germen de Los Vivos.

"Cuando dejamos la chirigota de Vera Luque decidimos sacar la de la calle pero, además, quedábamos para tocar en el garaje de Madroñal. Tocábamos versiones y después ya empezamos a escribir nuestras cosas y los amigos que nos escuchaban nos animaban a hacer conciertos. Y nos lanzamos", rememoran, al alimón, Los Vivos, que han recorrido Cádiz, su provincia y puntos de Andalucía como Sevilla y Granada, y que también fueron jaleados por su público para reflejar en un disco el trabajo de estos años.

"Empezamos sin pretensiones y seguimos igual. Todo se ha ido dando, una cosa ha llevado a la otra, pero nosotros lo que buscamos es disfrutar y hacer disfrutar al público", aseguran los gaditanos que quedaban para tocar "por gusto" y "por gusto" siguen en la música. "También será que todos estamos trabajando... Aunque también eso dificulta, como es normal, el ponerse de acuerdo para los conciertos", reflexionan.

Aún así, Los Vivos han sabido buscarse tiempo para tocar y, sobre todo, para "seguir aprendiendo", pues el aprendizaje es "lo mejor" que han sacado de la grabación de Deja algo pagao. "Hemos aprendido a sacarle más partido a los instrumentos, a los acordes, a trabajar con los arreglos... Hemos sacado tanta información en tan poco tiempo que ya se nos ha olvidado", bromean.

Y es que a Los Vivos les gusta estar de guasa aunque sí que reconocen que en la grabación de este disco han trabajado "de lo lindo". De hecho, su sonido urbano, bullanguero, si se quiere, a medio camino entre el funk, la rumba y el swing -siempre en movimiento, como en un eterno viaje por la costa- se refina y se eleva en el disco sin perder su esencia. Un disco orgánico, donde los sonidos los trabaja "el grupo" a voz, guitarra, bajo y percusión, y si hay sonidos de apoyo son los del saxo de Carlos Villoslada y Carlos García, la armónica de Félix Slim y la eléctrica del propio Atómico.

Las fotografías de Francis del Castillo y Luismi Bulpe, que también se encargó de la edición, suponen un espejo donde se refleja el espíritu luminoso y fresco de Los Vivos. Un trampantojo, también, de las letras de Mendoza, historias pequeñas, en apariencia, sacadas del mosaico del paso de los días. "También le agradecemos a Karim de la FRAC la letra de Sobres, que nos la hizo para la chirigota de Caperucita La Roja y que al final se ha transformado en una de las canciones de Los Vivos", relatan los músicos con "un poquito" de nervios en el cuerpo por la presentación en El Pelícano, por el concierto del sábado en el festival Flamenkeando y el domingo en la Feria de Rota, en El patio labuela.

Deja algo pagao se podrá adquirir en los conciertos pero también en la página de Facebook de Los Vivos. "Con que la gente disfrute la mitad de lo que nosotros hemos disfrutado grabándolo, estaremos satisfechos", culmina Madroñal. Un brindis por eso.

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