La firma de un manifiesto convierte en causa común la ampliación del Museo

El propio edificio de la plaza de Mina acoge la puesta en escena de la iniciativa de la Real Academia de Bellas Artes que reclama la ejecución de las tercera fase de las obras

Particulares e instituciones expresaron con su firma la adhesión al manifiesto impulsado por la Academia de Bellas Artes.
Particulares e instituciones expresaron con su firma la adhesión al manifiesto impulsado por la Academia de Bellas Artes. / Lourdes De Vicente

Décadas lleva el Museo Provincial de Cádiz esperando que se ejecute la tercera fase de ampliación prevista en el proyecto de reforma integral que ideó el arquitecto Javier Feduchi poco después de que, en el año 1970, naciera el museo tal y como hoy se conoce con la fusión de los dos centros que, hasta entonces, eran independientes: la división de Bellas Artes y la Arqueológica. Dos fases salieron adelante del plan de Feduchi, en 1984 y 1990, pero la tercera, la que planea extender la reforma del edificio al ala más cercana al Callejón del Tinte, duerme desde entonces el sueño de los justos. Un sueño que la Real Academia de Bellas Artes pretende interrumpir de una vez por todas con el manifiesto ‘Ahora le toca al Museo de Cádiz’, que ayer se presentó en el patio del propio recinto y que recogió las firmas de instituciones y particulares para hacer de esta ampliación, vital también para la propia sede de la Academia, una causa común del tejido ciudadano, cultural y administrativo de Cádiz.

El destinatario de las firmas y del manifiesto será el Ministerio de Cultura, titular del edificio aunque la gestión del centro museístico pertenece por competencias a la Junta de Andalucía. De hecho, junto a José María Esteban, presidente de la Academia de Bellas Artes e impulsor de la iniciativa junto a su nueva junta de gobierno, se situó en el acto de ayer Mercedes Colombo, delegada territorial de Cultura.

Entre el público, además de particulares, se encontraban diversas entidades culturales, ciudadanas e institucionales que apoyaron con su presencia y firma el manifiesto. Los ediles Paco Cano, en representación del equipo de gobierno, y Lucrecia Valverde (del grupo de Ciudadanos), estuvieron por el ayuntamiento, además de Teófila Martínez, como responsable de la Autoridad Portuaria, y numerosos miembros de las distintas academias de la ciudad.

José María Esteban, presidente de la Real Academia de Bellas Artes.
José María Esteban, presidente de la Real Academia de Bellas Artes. / Lourdes de Vicente

El gran beneficiado de una futura ampliación del Museo sería, evidentemente, el propio centro, que mejoraría su acceso por el Tinte y lograría nuevas dependencias, pero también Bellas Artes se beneficiaría de la reforma de su sede, situada en esa zona y que actualmente se encuentra cerrada por el mal estado de las cubiertas, que tampoco han sido reparadas en unas obras de urgencia.

Una ampliación que nadie ha afrontado

Desde que hace más de tres décadas se empezó a hablar de la tercera fase de ampliación del Museo de Cádiz, varios son los gobiernos centrales que han dejado pasar el proyecto sin dar el paso decisivo para ejecutar las obras y convertir así el Museo Provincial en un centro más moderno y aprovechado. Al frente del Ministerio de Cultura han estado, en diferentes etapas, ministros socialistas y ministros populares que no han movido un dedo para iniciar estas obras imprescindibles para el centro.

El último proyecto relacionado con el Museo de Cádiz e impulsado desde un gobierno central fue la rehabilitación de la Casa Pinillos, una reforma que fue inaugura el 20 de septiembre de 2011 por la entonces ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, que se puso al servicio de la celebración del Bicentenario y que, al mismo tiempo, se presentó como una ampliación del Museo de Cádiz. De hecho, es el propio museo quien gestiona este espacio que apenas abre sus puertas, desde los miércoles, unos días a la semana y que no siempre tiene exposiciones en sus salas.

Aquella actuación en la Casa Pinillos, con la recuperación de una casa burguesa ejemplo del Cádiz más pujante y comercial, pudo pasar entonces dentro de la administración pública, como la prometida ampliación. Pero no era así. Después de ese gobierno, entonces presidido por Zapatero, llegó el de Mariano Rajoy y después el actual de Pedro Sánchez, sin que ninguno de los dos ejecutivos en sus distintas composiciones hayan impulsado el proyecto que ahora se reclama por iniciativa de la Real Academia de Bellas Artes de Cádiz.

Su presidente defendió ayer la necesidad de este proyecto y se congratuló de las adhesiones recibidas de las instituciones gaditanas, públicas y privadas, a una ampliación que nadie ha afrontado y lleva demasiado tiempo esperando.

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