"Nunca hemos consumido música, cine y literatura de peor calidad"
El periodista y crítico musical Diego Manrique inauguró ayer la 59 edición de los Cursos de Verano de Cádiz con una conferencia en la que puso objeciones "al mundo feliz que ofrece internet"
"Me siento intimidado porque algunas de las ideas que voy a exponer no serán del gusto del respetable". Así introdujo ayer su conferencia el periodista y crítico musical, director adjunto de Radio 3, Diego Manrique, que suponía el acto inaugural de la 59 edición de los Cursos de Verano de Cádiz, y en la que puso objeciones "al mundo feliz que ofrece internet".
El patio del Aulario La Bomba de la Universidad se llenó, principalmente de público muy joven, para escuchar a Manrique, quizás atraídos por el tema de su charla, titulada La discoteca de Borges. Nuevos patrones de consumo cultural. El conferenciante fue presentado por la vicerrectora de Extensión Universitaria, Marieta Cantos, y su intervención fue precedida por unas palabras del concejal de Cultura gaditano, Antonio Castillo.
Diego Manrique empezó su intervención alabando lo que ha supuesto internet. "Estamos viviendo la proliferación de terminales de recepción, de almacenamiento y de comunicación, y esto nos permite algo antes inimaginable, la posibilidad de consumir prácticamente toda la producción cultural y en cualquier momento", afirmó, y añadió que internet también nos ha permitido pasar de ser meros consumidores a productores, en el sentido de que todo el mundo puede aportar sus fotos, vídeos o canciones.
Quiso destacar que internet "está generando un culto a la gratuidad que no es real. Pensamos que todo lo que ofrece internet es prácticamente gratis, pero no es así". Para él, éste es un gran problema que se está evitando en todo el debate que se ha creado en torno a internet. Señaló que el acceso a los software es gratis, pero para eso se ha tenido que pagar antes a los fabricantes de ordenadores, a los creadores de programas y, sobre todo, a los proveedores de servicios, que en su opinión son "las sanguijuelas de esta historia". "Son empresas respetables, de gran poder económico, que dicen en clave: 'contrata un servicio con nosotros y a partir de ahí todo lo que hay en el mundo es tuyo, todo te lo puedes bajar en cualquier momento', pero nadie se plantea si todo eso es propiedad de alguien". Y definió esta actitud como "cínica".
Según Manrique, la filosofía de la gratuidad "lleva a una situación de pérdida de la diversidad cultural, aunque parezca mentira". Afirmó que en los últimos años se habla del efecto long tail (cola larga), que supone que internet no sólo destaca a grandes triunfadores, sino que permite la creación de micromercados donde sobreviven gustos estéticos muy variado. En su opinión, esto es cierto, pero hasta cierto punto, y lo argumentó diciendo que cuando se entra en los grandes portales musicales, las primeras informaciones que aparecen son sobre Britney Spears o Madonna. "Para explorar otros mundos tienes que buscar y arañar tú mismo".
Para el director adjunto de Radio 3, todo esto es la causa de que vivamos una situación paradójica: "Nunca jamás hemos tenido tanta cultura a nuestra disposición y nunca jamás hemos consumido cine, música y literatura peores. La posibilidad de tener todo al alcance de la mano, en realidad, está negada por la práctica, que nos lleva a la forma más degradada de consumo".
Manrique señaló que con esta tesitura, las grandes multinacionales pueden soportar la crisis, pero el problema es para las compañías pequeñas y medianas. Asimismo, afirmó que se está creando una situación de peligro para los creadores minoritarios, por la dificultad que entraña el llegar al gran público, y problemas de diversidad.
Contó que actualmente se está viviendo un proceso de desplazamiento de las industrias culturales hacia las industrias electrónicas o de comunicaciones. Y, volviendo al tema de la gratuidad, manifestó que ésta desvaloriza a los creadores, al quitarles la posibilidad de intercambiar por dinero sus obras.
A pesar de todas sus objeciones, Manrique afirmó que no negaba las ventajas de internet, entre las que destacó el grado de libertad que ofrece frente a la autoridad. "Si quieres buscar algo minoritario u oscuro lo puedes hacer", explicó. También, la cierta desacralización de la obra cultural que ha propiciado, en el sentido de que "ya no es tan intimidatoria como antes, al saltarse el proceso de ir a la tienda de discos o a las librerías". Y señaló que internet, "bien usado, nos proporciona también la customización de los gustos, porque ya no estamos condenados a estar entre la radio fórmula y Radio 3 o equivalente".
El acto terminó con un pequeño concierto a cargo de la Coral de la Universidad.
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