Ya lo dijo Picasso: '' Todos los niños nacen artistas. El problema es como seguir siendo artistas al crecer''. Los niños, en su inocencia, no conocen límites a la hora de crear, se encuentran más predispuestos a la hora de aprender, son como una esponja, lo absorben todo de manera rápida sin exigirse demasiado. A través del dibujo los más pequeños pueden encontrar una manera de expresar la realidad tal y como la ven. Con esta filosofía como basamento, la central de arte Práctika lleva a cabo durante todo el año un taller de dibujo y pintura cuyos resultados se exhiben en Pequeños artistas, una exposición que se puede visitar hasta el próximo día 19 de julio en su sede de la calle Parlamento.

De esta forma, los trabajos a carboncillo, pastel, acuarela y acrílico creados por los pequeños que han participado durante el curso en estos talleres cuelgan de las paredes del centro. En estas obras se puede ver cómo los alumnos se dejan llevar por su imaginación, y no tienen miedo a lo que puedan decir de ellos o de sus dibujos, pintan lo primero que les viene a la cabeza. Cosa de niños, tienen la mente más abierta que los adultos, a los que se les va cerrando puertas a medida que van creciendo.

La central de arte Práctika esta llevada por Jerónimo Bocuñano y Gracia Gavira, dos artistas y profesores que, conscientes del poco apoyo al arte que hay por parte del sistema educativo, han creado este nuevo espacio. Con esta iniciativa pretenden, a través de cursos de varios meses de duración y con una programación especializada, que el arte no se vea como algo lejano. Los artífices de Práctika quieren demostrar que cualquier persona puede hacer algo más con un poco de ayuda y con ganas de aprender.

Este hervidero cultural pretende exhibir el arte y servir de plataforma a los nuevos artistas que quieran dar a conocer su obra. Un espacio diáfano y de grandes ventanales destinado a la educación plástica para que el artista se convierta en el protagonista y promotor de su obra. Por eso no importa que los alumnos sean niños, pues lo que se busca es ayudar a desarrollar el perfil personal y profesional del artista.

En clases de una hora y media no sólo se enseña la técnica del dibujo o la pintura, también se fomenta el desarrollo de la creatividad, despertando los sentidos y estimulando las emociones de los niños. En estos talleres se enseña a ver el arte, a disfrutarlo y a comprenderlo desde dentro, practicándolo, y "alejándolos durante un rato de la pantalla del ordenador", tal y como advierte Gracia Gavira.

Los talleres, enfocados a niños de entre 3 y 14 años, se dedican al trabajo natural, aplicando las técnicas básicas del dibujo y la pintura. Se trabaja el tema del color, la forma y el lenguaje del arte. Aunque aprenden todos juntos en el taller, siempre se intenta atender de manera personalizada las necesidades y exigencias de cada edad.

''En los talleres los niños suelen realizar un dibujo de cada técnica, trabajan de manera muy rápida, con poco lo absorben todo y lo aplican. En una hora y media suelen acabar uno o dos dibujos, que luego se llevan a casa'', comenta la profesora.

El trabajo realizado durante estos meses encuentra ahora su recompensa con la exposición. Así, los pequeños alumnos podrán ver sus obras expuestas en las paredes de Práctika para que todo el público pueda disfrutarlas.

Práctika no sólo desarrolla talleres para niños, también para adultos, más especializados y dedicados a lo que cada uno desee. ''Los niños que vienen a los talleres suele ser porque los padres ven en ellos actitudes, pero los adultos que vienen normalmente saben de dibujo y pintura'', explica Gavira.

La exposición Pequeños artistas estará en las paredes de Práctika hasta el 19 de julio y se podrá visitar en horario de 10:00 a 13:30 y de 18:00 a 21:00 horas.