Cultura

"La arquitectura debe tener en cuenta cómo ayudar al espacio público"

  • El Premio Nacional Elías Torres hablará de 'Retoques a tres obras de Gaudí', a las 20.30, en Arquitectos

Elías Torres, a la derecha, junto a su socio el arquitecto José Antonio Martínez Lapeña.

Elías Torres, a la derecha, junto a su socio el arquitecto José Antonio Martínez Lapeña.

Elías Torres Tur es junto a su socio José Antonio Martínez Lapeña Premio Nacional de Arquitectura (2016). Uno de los grandes retos ques han afrontado a lo largo de su interesante trayectoria ha sido las tres intervenciones que han realizado en tres obras de Gaudí. De esto hablará precisamente esta noche en la conferencia que abrirá el Ciclo de Actividades Culturales del Colegio de Arquitectos de Cádiz, una ciudad a la que se acercaron profesionalmente con su participación en dos concursos: el del Palacio de Congresos en la Alameda y, más recientemente, la Rehabilitación del Convento de Santa María. En la provincia han proyectado el Parque Reina Sofía en La Línea, y el proyecto de parque público y Museo en Setenil de las Bodegas.

-Intervenir en la obra de Gaudí no es cualquier cosa. ¿Cómo lo habéis planteado?

-Vamos a enseñar tres intervenciones en tres obras muy distintas. Una fue la rehabilitación del Parque Güell por encargo del Ministerio de Cultura y el Ayuntamiento de Barcelona que es la plaza del banco serpenteante. Fue larga, de cinco años y pico, en la que recompusimos cosas que pensamos que se podían hacer mejor; La segunda fue para la Catedral de Palma, el tornavoz que tenía la maqueta que había hecho Gaudí encima de un púlpito renacentista, que se había retirado en 1973. Allí hizo de todo junto a su ayudante y quedan cosas que son fragmentos de maqueta, y el tornavoz era como una seta que se derribó. Hay que tener en cuenta que ahora es una estrella, en parte, por la publicidad que le ha dado Barcelona y que ha repercutido en el gran respeto que se le tiene. La tercera que acabamos de terminar es la Casa Vicens, que fue la primera que se construyó. Era una casa privada, ampliada después de 1925, que transformaron en tres viviendas y que se ha rehabilitado para ser visitada .

-Después de trabajar tan cerca a su obra. ¿Ha cambiado vuestra percepción?

-No ha cambiado nada. Trabajar pegados o enganchados a él es como si un cirujano opera a una personalidad importante y cuando llega a quirófano debe hacerlo lo mejor posible y sin miedo. En Gaudí hay de todo. Tiene cosas magníficas como la intervención en la Catedral de Palma que es emocionante; la cripta de la iglesia de la colonia Güell o la Casa Milá, que se escapa de todas las reglas geométricas salvo en algunos aspectos mas rocosos cavernosos de la fachada.

-Vuestra arquitectura pasa de grandes encargos internacionales a la de periferia de las ciudades. ¿Se afrontan igual proyectos tan dispares?

-No somos especialistas en nada sino en generalidades, más que nada porque nos da igual restaurar, que hacer un diseño de un objeto, un mueble, un hospital, unas viviendas unifamiliares o colectivas. Cualquier cosa, depende de como llegue, es atractiva. Lo que debes estar es siempre atento a cómo es la cultura del lugar porque la arquitectura debe tener en cuenta cómo ayudar al espacio público, porque es de todos, es como la sala de estar y da igual dónde esté. Aunque todo es con matices por supuesto.

-Ante la crisis, la arquitectura ha retomado la rehabilitación, ¿Cómo ha evolucionado?

-Bueno a nosotros también nos tocó. Todo esto al final son necesidades de reglamentos que hay que cumplir y hay que dejar de tratarlo como si fuera la panacea. Ahora se habla de sostenible pero no es una modernidad. En la escasez todo se hace sostenible inmediatamente. Parece que los sostenibles pertenecen a comunidad religiosa y los no atentos son pecadores.

-Habéis trabajado en el recinto amurallado en Palma de Mallorca. Una asignatura todavía pendiente en buena parte del de Cádiz. ¿Cómo debería hacerse en una ciudad con tanto patrimonio de este tipo?

-Llevamos 34 años haciéndolo y en cada temporada se hace un fragmento. Incluso nos han catalogado el primer tramo, que ahora vamos a restaurar. En Cádiz conocemos las murallas, pero no somos expertos, como tampoco somos malos observadores, así que con ayuda de un buen historiador, un buen cronista o buen arquitecto local no nos será difícil decir algo y aportar.

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