Tras publicarse la primera partida de ayudas a pymes y autónomos de la Junta de Andalucía, la Asociación de Artistas Profesionales del Flamenco, Unión Flamenca, ha mostrado su disconformidad con el hecho de que el colectivo de artistas profesionales del flamenco haya quedado fuera de estas subvenciones. Una realidad que afecta directamente a Cádiz que se sitúa como tercera provincia española, junto a Madrid, en número de personas que se dedican al flamenco, según el informe que hizo público la organización la pasada semana.

Unión Flamenca ha lamentado que esta ayudas -destinadas sólo a hostelería, pequeño comercio, servicios de peluquería, transporte por taxi y feriantes- “dejen detrás a un sector tan importante como el de la industria flamenca de la que forman parte tantos profesionales y empresas andaluzas”. Así, según este informe recientemente presentado por la asociación-Flamenco y COVID-19: el colectivo de artistas antes y después de la pandemia del Coronavirus- "el 78,3% de los artistas flamencos viven en Andalucía” y la Junta de Andalucía debe poner en marcha “ayudas directas a estas personas que son quienes hacen posible el flamenco”, aseveran.

La entidad recoge en ese mismo informe que “el 42% de artistas del flamenco tendrá que abandonar su carrera si no cambia la situación y que más del 13% están en tratamiento médico psicológico”. Por todo ello, Unión Flamenca considera que la administración andaluza es la responsable directa de protegerlos, tal y como indica el Estatuto de Autonomía en el artículo 68: "Corresponde a la Comunidad Autónoma la competencia exclusiva en materia de conocimiento, conservación, investigación, formación, promoción y difusión del flamenco como elemento singular del patrimonio cultural andaluz". Según la entidad, el flamenco “es Patrimonio Inmaterial de la Humanidad” pero sin el trabajo material del colectivo de artistas no existiría”, han aclarado.

Además, Unión Flamenca ha insistido en que el flamenco es en la actualidad “una de las principales señas de identidad y uno de los principales reclamos turísticos” con los que cuenta la Comunidad Autónoma por lo que “mantener vivo al sector significa velar por un recurso muy valioso para el PIB andaluz”.