The Milkyway Express presenta su espectáculo en la Milwaukee

La carrera de The Milkyway Express arrancó con un ya mítico directo en la sala Malandar de Sevilla y fue subiendo peldaños gracias a una serie de conciertos portentosos a lo largo y ancho de nuestra geografía. Así, si el año pasado dejaron con la boca abierta a los asistentes al Pijota Festival, consiguieron un tanto de lo mismo hace apenas un mes en el Territorios de Sevilla.

No hay ni trampa ni cartón. El grupo procedente de la capital hispalense suena tan bien como parece y nada en ellos es im-postura, pose o tontería. Rhythm and blues de pura cepa con tendencias psicodélicas, folk o blues que lo mismo recuerda a Wilco que de repente suena a la mejor Jon Spencer Blues Explosion.

El proyecto nació allá por el año 2004 y cuajó posteriormente, cinco años después, con la publicación de su primer y homónimo trabajo. Entonces vinieron los conciertos y los festivales y el reconocimiento por parte de un público y una crítica que tiene muy poco rock de veras que llevarse a la boca.

Mientras preparan la publicación de su segundo trabajo discográfico para el próximo mes de septiembre (y que llevará por título One Day in Summer), The Milkyway Express se dedica a ponerlo a prueba en directo para que todo vaya quedando en su sitio.

Así, el nuevo espectáculo de la banda hispalense dispone sobre el escenario un arsenal de instrumentos y arreglos completamente fascinante: un sitar, banjos, batería, guitarras y la portentosa armónica y el inquietante theremin del ya célebre (y no es broma) Hoochie Coochie Kanijo (no le pierdan la pista a este hombre).

La formación musical hispalense la completan Fernan Johnson y Franki (guitarras), Sleepy James (bajo), Tony Molina (batería) y la voz atrompetada de Charly Riverboy; quienes juegan entre canción y canción a intercambiar instrumentos y posiciones sobre el escenario en función del set.

Sencillamente extraordinarios.