San Antonio se llena de color

La sede de la Fundación Cajasol en Cádiz se llena de color. Desde ayer, su sala de exposiciones acoge una muestra del pintor gaditano José Manuel Paredes, un prolífico artista que empezó a pintar hace algo más de 25 años y que ahora lleva a la Casa Pemán de la plaza de San Antonio una muestra titulada El color, con una veintena de obras en las que el propio nombre de la exposición es el protagonista.

Integrada por 21 pinturas, algunas inéditas para esta exposición, las obras presentan diferentes temáticas: desde vistas de Cádiz, como el gran Teatro Falla, la Prioral de El Puerto de Santa María o Puerto Sherry, hasta composiciones de abstracción pura, pasando por unos interiores de estancias cargadas de libros.

Este pintor gaditano, licenciado en arquitectura, comenzó su carrera artística en los años 90. Su estilo se encuentra enfocado entre el arte abstracto y el cubista, pero lo que más destaca en su producción pictórica es el color que da nombre a esta muestra.

Su trabajo se desarrolla en papel, murales exteriores y lienzo entre lápiz, óleo y acrílico, y en su ideario estético permanecen inalterables los postulados artísticos de siempre. Los elementos constructivos de un arte que exige cierta sustancia técnica están presentes en una obra que plantea posiciones ajustadas a un riguroso análisis de la esencia pictórica.

Permanentemente, aúna su profesión artística con sus estudios de arquitectura, a través de escenas, dando forma arquitectónica y creando episodios donde la forma pictórica encuentra acomodo en un desenlace colorista marcado por una distribución formal que acentúa el carácter distributivo de una feliz escena llena de buenos propósitos compositivos. Pero, además, la pintura de José Manuel Paredes relata acontecimientos, crea una serie de registros ilustrativos donde se suceden imágenes mediatas e inmediatas, donde la realidad pierde sus contornos imitativos para desentrañar nuevas e ilusorias posturas expresivas.

En su pintura, José Manuel Paredes mantiene vivos los grandes postulados de la moderna pintura, aquellos que comenzaron con las descomposiciones cubistas y que este pintor hace suyas en la distancia para crear un nuevo estado formal, estructural y estético.

Cuando el pasado año expuso su obra en la Sala Pescadería de Jerez, el crítico de arte Bernardo Palomo destacó: "El artista ha dividido los esquemas de la realidad en pequeñas estructuras cromáticas, manifestadas en imposibles juegos de formas y colores que se yuxtaponen entre sí por los potentes y determinantes contornos de una grafía estructural que divide y parcela cada escena".