Relatos mínimos, la colección de microrrelatos que se presenta esta tarde en el café teatro El Vagamundo, es ahora en tinta, pero nació y sigue latiendo en Internet: a partir del grupo de Facebook que se creó el año pasado con el objetivo de compartir cuentos cortos.

"Realmente -comenta Pablo Fernández Barba, coordinador del libro y creador del proyecto-, la idea de proponer a distintos amigos de las redes sociales que participaran en un proyecto para compartir historias surgió en Cádiz a raíz de un relato. A partir de ahí, creamos el grupo en abril de 2012 y, del círculo de conocidos, la iniciativa fue creciendo hasta llegar a las más de 300 personas actuales. Siempre digo que funcionó como una especie de café literario virtual".

El paso de Internet a papel surgió a través de Martín Lucía y Ediciones en huida. Tras el proceso de edición, el material se redujo a 80 textos y 33 autores diferentes. "La selección se ha hecho un poco como una decantación de un vino -comenta Fernández Barba-. Yo le mandaba los relatos al editor y él me devolvía los que consideraba oportuno, yo los volvía a repasar y así durante dos meses, en los que hemos intentado establecer un criterio de calidad y brevedad. En Relatos mínimos se pueden encontrar desde historias de una línea hasta pequeños haikus, o textos más narrativos que ocupan un párrafo".

El trabajo se completó con las ilustraciones de Sr. Plástiko, "un ilustrador gaditano que se ha formado en la Escuela de Cómic de Barcelona y que nos ha hecho nueve ilustraciones más la portada, que le dan un plus al libro como objeto".

Para el coordinador, uno de los puntos más interesantes del proyecto es la "oportunidad de ver que, de repente, se implican una uruguaya que vive en Berlín, un mexicano, o un gaditano que vive en Londres... Ofrece la opción de colaborar con gente nueva, a muchos de los cuales no conozco en persona".

Así, Relatos mínimos -que cuenta con historias de Juaki Bustamante, Francisco del Real, Xiorama Sáez, Irene Orozco, Paloma Fernández Aguado, Ana López o Mar Pérez Rodríguez-Tenorio, entre otros- ha resultado ser un libro "bastante heterogéneo, diverso, sin una línea en común". Un libro que aspira, como señala Rosa García Barja en el prólogo, a "parcelar la imaginación".

"Y nuestro grupo en Facebook -también Relatos mínimos- sigue funcionando, abierto a cualquiera que quiera participar, con lo que no es descartable una segunda parte".