Cultura

El Pop Rock Alcazaba de Jerez: memoria de la 'movida' del Vigo del Sur

  • Jerez recuerda el concurso musical que convirtió la ciudad en el epicentro de la escena moderna andaluza. 091 y Danza Invisibe salieron catapultados desde aquí

Gabinete Caligari fueron las estrellas de la primera final del Rock Alcazaba, que se celebró en la caseta del Club Nazaret

Gabinete Caligari fueron las estrellas de la primera final del Rock Alcazaba, que se celebró en la caseta del Club Nazaret

"Si te acuerdas de los 80 es que no los viviste". Esta frase de Loquillo mide los grados de implicación en la década en que España se hizo moderna y dejó el mito de la ‘movida’ asociado a un tiempo. La ‘movida’ fue principalmente Madrid. También lo fue Vigo. Y en Andalucía, durante cinco años, fue Jerez. O en Madrid se pensaba que era Jerez. Porque esos cinco años, que algunos de sus protagonistas tienen en una "nebulosa", como Javier Ojeda, líder de Danza Invisible -lo que quiere decir que debieron de ser bastante salvajes-, fueron los que corresponden a la celebración del Pop Rock Alcazaba. Un concurso que no fue cualquier concurso. A partir del lunes en Jerez se van a recordar aquellos años (para los olvidadizos y para los que no lo vivieron) con una exposición fotográfica, la presentación de la biografía de Danza Invisible, primeros vencedores el concurso, y un festival, que será el próximo viernes, donde actuará entre otros, 37 años después, Danza Invisible.

"El Pop Rock Alcazaba fue un faro regional. El premio estaba muy bien dotado económicamente y la presencia de los grandes locutores de la época como jurados te abría una ventana de proyección nacional. Allí estaban José María Rey, Jesús Ordovás, Diego Manrique, Julián Ruiz...", explica Juan Jesús García, que fue jurado y es biógrafo de 091, el grupo granadino, hoy emblemático, que se dio a conocer ganando en Jerez la tercera edición.

Que fuera una ciudad como Jerez, por entonces lúgubre, con apenas un garito, La Comedia, donde se turnaban los escasos integrantes de las tribus para bailar su música, y un bar, La Moderna, donde se juntaba la juventud inquieta de la época, la que acogiera un evento de semejante proyección fue posible por una carambola del destino. El periodista Pepe Contreras fue su responsable. Y de repente, Jerez empezó a ser conocida como una ciudad divertida.

"En el 81 yo estaba haciendo la mili en Madrid y venía de trabajar en Los 40 Principales en Jerez. Aproveché la mili para empaparme de todo lo que se cocía en Madrid. El CIR, además, tenía una fonoteca y yo pinchaba música para los reclutas. Con esa excusa iba por las casas de discos y las emisoras a conseguir todos los discos nuevos que salieran de grupos de Madrid. Así trabé amistad con las figuras que por entonces se dedicaban a la radio musical en Madrid y que contaban lo que estaba naciendo", explica.

Uno de los eventos más celebrados de Madrid era el Concurso de Rock Villa de Madrid, que se celebraba en la Dehesa de la Villa. Al volver a Jerez, Contreras pensó en hacer algo parecido en Jerez. Le presentó la idea al director de Cultura, Joaquín Carreras, que a su vez se lo explicó al joven alcalde de Jerez, Pedro Pacheco. "A Pacheco le entusiasmó la idea". No sólo le entusiasmó, sino que dotó económicamente con generosidad la propuesta.

Esto hizo posible, por ejemplo, traerse a Jerez para la primera gran final a Gabinete Caligari, que ya eran una de las bandas más prometedoras de Madrid. Otros años vendrían Radio Futura o Aviador Dro. "Figúrate -recuerda Contreras-, los de Gabinete con esa estética nazi y siniestra agarrando un enganche y montándose en él. Bueno, ellos llamaban al enganche carroza..."

De recopilar todas esas cosas, rastreando en foros y en la Red, se ha encargado Rafael Lobo, responsable de la exposición que el lunes se inaugura en la Casa de la Juventud de Jerez. "Yo tenía 18 años en la primera edición del concurso y para la gente de mi generación fue abrir la ventana del mundo con ese movimiento delante nuestra. Todo lo que estaba pasando en Madrid lo teníamos delante porque aquí vinieron todos los que pintaban algo en la época".

Para la conmemoración de aquellos años festivos, esas cinco ediciones, tres dirigidas por Contreras y otras dos por el desgraciadamente desaparecido Diego Padilla, habrá tertulias, presentaciones, fiestas, conciertos, grabaciones recuperadas de aquellos conciertos (Lobo promete sorpresas) "y hasta un pasacalles como los que se hacían para abrir cada una de las ediciones".

Contreras reconoce orgulloso que aquel concurso salvó los veranos de Jerez, que eran "tremendamente aburridos. La gente lo más iba a la Polar a tomarse un helado. El Alcazaba dio vida a la ciudad y los pocos bares que había lo agradecieron. A la gente un poco más casposa supongo que no le haría mucha gracia todo aquello, pero no recuerdo tampoco que hubiera resistencia a lo que hacíamos unos cuantos jóvenes y esos locos que venían de Madrid dispuestos a pasárselo en grande".

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