La actriz Jill Clayburgh, dos veces nominada al Óscar por las películas An Unmarried Woman (1978) y Starting Over (1979), murió ayer en su casa de Lakeville (Connecticut) tras una batalla de 21 años contra la leucemia. La intérprete estadounidense, conocida por dar vida a mujeres fuertes e independientes, falleció en su casa y rodeada de sus dos hijos, su hijastro y su marido, David Rabe.
Clayburgh, que comenzó su carrera en el cine y en Broadway a mediados de los sesenta, perteneció a la primera generación de actrices jóvenes que interpretaban a personajes surgidos del ideal feminista.
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