Mephisto Teatro saca punta a la faceta contemporánea de Molière
La compañía cubana recupera el clásico para ridiculizar el afán de aparentar que ya criticaba el padre de la comedia francesa.
La crítica social de Molière, colmada de tipos universales que ejemplifican los pecados y debilidades humanos, trasciende a los tiempos, desde aquel siglo de Oro, hasta la sociedad actual. Desde la época del barroco francés, a la escena cotidiana de cualquier familia hoy día, en pleno siglo XXI.
De este traspaso de valores a la contemporaneidad trata la obra El burgués gentilhombre, un texto del padre de la comedia francesa que esta tarde llega al FIT de la mano de Mephisto Teatro. Una versión y adaptación del texto clásico puesto en marcha por Liuba Cid, y que narra los pormenores de una adaptación perfectamente engranada en escenografía, técnica e interpretación, que se pone en escena a las 20.00 horas, en el Teatro Falla.
"Toda lectura de clásicos en clave contemporánea obliga a todo dramaturgo o director a revisar los contenidos humanos y sociales que estas obras entrañan en su propia estructura. Y El burgués gentilhombre tiene mucho de actualidad", explica la directora de la obra, Liuba Cid.
Destaca así en esta versión con guiños a la actualidad "el juego de las máscaras en las personas que presumen ser lo que no son. Es más importante la apariencia que la propia esencia". Una práctica muy en alza en los tiempos que corren y que representa este burgués alocado que es su protagonista, Jourdain, "obsesionado con ser alguien importante, queriendo ser noble no siéndolo, sin estudios, sin saber leer ni escribir, para lo que paga a profesionales que le enseñen a ser lo que no sabe, a escribir, a vestirse a la moda, a bailar..", puntualiza Liuba Cid, que cuenta con 50 montajes teatrales a sus espaldas.
Pero no es un proceso de aprendizaje normal, sino ficticio y ridículo, que es la forma de "cuestionar con gran sentido del humor la patología de la contemporaneidad". Un papel que encarna maestralmente el actor cubano Justo Salas, "que hace una caracterización peculiar". Su personaje, impregnado de su esencia latina y cubana, "ridiculiza la moda vistiendo estrafalario, con un comportamiento irreverente, que es lo que nos gusta, sacar la parte más crítica del texto de Molière para exhibir la figura del personaje contemporáneo".
Contemporaneidad comedida, eso sí, sin perder la esencia del teatro del Siglo de Oro, ni el texto o el juego de los personajes. "La caracterización se respeta, sólo que los personajes van a hablar, se van a expresar y van a vestir de forma más actual".
También hace un guiño al teatro del XVII, con roles y personajes camaleónicos interpretados todos por hombres. "Son actores masculinos, no hay mujeres, en un guiño al teatro del Siglo de Oro en que personajes hombres tenían que hacer personajes femeninos. Y nosotros hemos querido hacer lo mismo a modo de homenaje a la riqueza técnica y al despliegue del actor bien formado, que es capaz de hacer un personaje femenino".
Un guiño que va de la mano del papel defensor de la figura de la mujer que ya llevaba Molière a escena. De hecho, "todos los personajes femeninos son de una gran complejidad crítica, pues son mujeres que de alguna manera determina el desarrollo de la historia, que llevan al conflicto y a la solución". "Reivindicamos el papel de la mujer", sentencia Liuva Cid.
Con El burgués gentilhombre es la cuarta vez que Mephisto Teatro aterriza en el FIT. Un encuentro vital para el grupo, al ser el "único festival iberoamericano que tiene importancia en España y Europa. No hay otro festival con la amplitud de mira del FIT, "potenciando la creación de un público que sabe, respeta y conoce el teatro iberoamericano".
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