El gaditano Manolo Sierra expone 'Enlaces y desenlaces' en Barcelona

Enlaces y desenlaces es la historia de una exposición hilvanada entre las escenas más cotidianas a los paisajes más desolados. Es la trama de una muestra que habla de presente y de futuro; de paisajes naturales en plena transformación; de momentos cercanos y otros augurios más lejanos en el tiempo. Una muestra que parte del pintor gaditano Manolo Sierra, afincado en Barcelona desde hace catorce años.

Según explica el artista natural de Chiclana, en Enlaces y desenlaces, expuesta en la sala Parés hasta el próximo 11 de febrero, "muestro paisajes del entorno de donde provengo, de la casa de mis padres en Chiclana, y en los que vivo en la actualidad, en la Ampurdá". Si bien, añade, "los trato de forma que puedan hacerse extensibles a cualquier lugar del mundo". En ellos toman gran relevancia los motivos naturales, principalmente el árbol solitario, desolado, raquítico y despoblado. "El árbol, una constante en mi obra, es un símbolo de lo poco de lo que queda en la naturaleza". A través de este elemento, Sierra refleja su preocupación por la explotación salvaje del mundo que nos rodea.

Asimismo, se sirve de escenas cotidianas. "Lo hago remitiéndome a lo que veo, a mis amigos y familiares, sin inventos". "Pero, del mismo modo, lo saco de contexto para hablar del hombre en general y de sus costumbres".

De ambos motivos de su obra, los paisajes desolados y las escenas más festivas, nace el título de su muestra. "Desenlace hace referencia al futuro del mundo, mientras que enlaces parte del árbol, como elemento de unión entre el cielo y la tierra".

No obstante, el autor no quiere despojarse del optimismo de base que refuerza su exposición, "porque esta obra acepta el dolor".

Pintor de dilatada experiencia, complejidad interpretativa y de gran calidad de expresión, Manolo Sierra (www.manolosierra.com) ha expuesto en diversas galerías, tanto a nivel nacional como internacional (Bélgica, Guatemala, Finlandia, Emiratos Árabes) y ha sido seleccionado en los premios más prestigiosos de arte contemporáneo nacionales. Así, en 2005 fue seleccionado en el premio de Pintura Joven de la Sala Parés y premiado en el 2006.

Ahora, la Sala Parés empieza el año dedicándole una exposición individual conformada por 25 óleos y algunos dibujos con tinta sobre papel. Una historia narrada desde lo más dentro de su ser. Y es que, según apunta el autor, "la pintura me ofrece generosamente un espacio para sentir, un lugar desde el que intuir".