Cultura

Libros que caminan

  • La Biblioteca Adolfo Suárez pone en marcha durante seis meses un programa piloto de préstamo domiciliario de libros para mayores de 65 años y discapacitados

Los libros tienen la extraña capacidad de transportar al lector hasta los lugares más recónditos. La imaginación viaja al ritmo de cada lectura, y pocas cosas hay más reconfortantes que abandonarse a las páginas de cualquier libro y dejarse llevar por la historia que el autor propone. En Cádiz, además, los libros andan, no esperan que el lector les dé el encuentro, sino que toman la iniciativa y caminan dirigiendo sus pasos hacia la persona que ya saben que los reclama. Lo hacen gracias a un novedoso programa piloto puesto en marcha por la red de bibliotecas municipales de la ciudad que consiste, bajo el nombre de 'La biblioteca en casa', en ampliar al servicio tradicional de préstamo de una biblioteca acercando los libros al domicilio particular del lector. Programa joven, con tan sólo dos meses de vida, que se prolongará de momento hasta finales de marzo y que ahora mismo se circunscribe únicamente al centro Adolfo Suárez de extramuros y se engloba dentro del Plan Lector Municipal.

Rosario Martínez, directora de la red de bibliotecas municipales, explica que el proyecto comenzó en octubre, con un exhaustivo y amplio proceso de difusión, y que se trata de un "programa piloto" que durará seis meses. La iniciativa, que hasta ahora presta servicio a cuarenta usuarios, está destinada a personas mayores de 65 años y a quienes presentan un grado de disparidad de al menos un 33%: a personas, en definitiva, con dificultades para desplazarse hasta la biblioteca y recurrir al servicio de préstamo de libros de la manera tradicional.

Cuarenta usuarios se benefician de un servicio que atiende a lectores de extramuros

Pero este nuevo y provisional servicio tiene nombres y apellidos, personas que hacen posible este fructífero acercamiento domiciliario de la cultura y sin cuya entrega y dedicación no habría sido posible su puesta en marcha y, sobre todo, el excelente funcionamiento que está demostrando en sus primeros pasos. El Programa de Empleo Joven de la Junta de Andalucía, subvencionado por el Fondo Social Europeo, ha permitido la contratación de las cuatro personas que ponen rostro al servicio: Iria Carrera Carrera, Elisa García de Sola Rojas, Sebastián Cornejo Almagro y Elena Álvarez García son los nombre propios del programa. Dos psicólogos, un profesor de educación primaria y un técnico de laboratorio que están aprovechando esta transitoria oportunidad del mercado laboral, en alguno de los casos por primera vez, para sacar adelante un proyecto que tiene mucho de ilusionante y que, según sus propias palabras, está resultando una "experiencia extraordinaria".

Ellos fueron desde un principio los protagonistas del programa. Ellos fueron quienes realizaron una encomiable labor de difusión, que casi les ocupó el primer mes de trabajo, con un activo buzoneo de la oferta en casi todo el ámbito de influencia de la biblioteca, los distritos 8,9 y 10 de la ciudad, prácticamente desde Bahía Blanca hasta la zona del Estadio Carranza. La difusión se completó también con el reparto de folletos y carteles informativos en centros de salud, farmacias, supermercados, centros de día, asociaciones de minusválidos, iglesias..., además de realizar un contacto directo a través del teléfono con los usuarios que ya disponían de carné de la biblioteca y que cumplían algunos de los requisitos para convertirse en beneficiarios del programa. Tampoco faltó, fiel a los nuevos tiempos comunicativos, la difusión en las redes sociales.

La publicidad dio sus frutos y, hasta la fecha, cuarenta personas están utilizando ese servicio de préstamo domiciliario de libros, películas y música que, de paso, ha logrado también nuevos carnés para esta biblioteca municipal.

Cada usuario puede solicitar, vía teléfono o por correo electrónico, hasta tres libros y tres audiovisuales que son entregados en un plazo máximo de 48 horas en su propio domicilio, de donde serán recogidos o renovados quince días después. Funciona, en definitiva, de manera semejante a los préstamos presenciales en la propia biblioteca, aunque mientras en el centro los trámites de préstamo, renovación y devolución se registran a través del ordenador, en el domicilio se hace con la firma del usuario y con la confección de una ficha de lector que, a la larga, sirve para conocer los gustos literarios y preferencias de sus solicitudes.

Y es que estos jóvenes protagonistas del innovador programa no sólo son ahora mismo los responsables de acercar personalmente los libros a cada domicilio, sino que como explican se han convertido en consejeros de los lectores, a quienes recomiendan lecturas según los gustos expresados o a quienes incluso informan de las últimas novedades literarias y de la llegada de esos nuevos volúmenes a la biblioteca. El usuario de este servicio puede también acceder a través desde su ordenador al catálogo de títulos a través de internet, e incluso es posible que le sea facilitado un libro que no esté en la biblioteca Adolfo Suárez pero que sí se encuentre en otro de los centros municipales. Y hasta existe la posibilidad de beneficiarse del servicio de préstamo de libros electrónicos, descargables por un periodo de quince días.

Novela histórica, romántica, de suspense y de terror, libros sobre la historia de Cádiz, además de las nuevas publicaciones de los autores de moda, son hasta el momento los libros más demandados del programa, donde la literatura se impone con claridad al cine y la música y cuyos beneficiarios se mueven en una amplia franja de edad que va desde los 29 hasta los 82 años.

La cordialidad es la nota dominante de esta directa relación entre la biblioteca y el lector, aunque los jóvenes responsables del programa recuerdan que también se dieron al principio lógicos casos de desconfianza hacia la gratuidad del servicio: "¿De verdad que no me van a cobrar nada, que el Ayuntamiento no me va a pasar después un recibo?", dudaban algunos.

El programa funciona y de momento no tiene techo en los próximos cuatro meses. El objetivo sigue siendo atender convenientemente a los usuarios actuales y mantener la esperanza de que sean más las personas que se apunten a una iniciativa que, es cierto, tiene fecha de caducidad pero que apunta maneras y responde a pies juntillas a la vocación de servicio público de una administración. Gracias a ella, los libros caminan en Cádiz, abandonan sus estanterías y se lanzan a la calle en busca del lector que ansía viajar con su imaginación. Se trata sencillamente de dejarse llevar. El libro ya se deja.

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