Los cursos de verano de la UCA han inaugurado este año una interesante forma de acercar el mundo del arte a los alumnos: la Sesión de Autor. Con ella, la universidad gaditana pretende establecer un diálogo directo entre creadores y público organizando mesas redondas en las que aquéllos retratan su experiencia del mundo del arte respondiendo a las preguntas de los alumnos.

Jota, cantante, compositor y guitarrista de la banda granadina de pop Los Planetas, fue el protagonista de la sesión de ayer, y durante tres horas realizó un interesante y exhaustivo recorrido a lo largo y ancho de las distintas facetas que comprenden el mundo de la música.

El artista, que reconoció que no había preparado ninguna clase de guión y confiaba en la espontaneidad de la sesión, se vio inmediatamente estimulado por las numerosas cuestiones que periodistas y alumnos le plantearon, respondiendo con prolijidad y una valiosa cercanía.

Para empezar, la mesa se centró en el mundo de la industria musical, donde Jota remarcó la relación problemática que suele establecerse entre el músico y las discográficas. Así, mientras uno busca la expresión de su universo estético, las otras buscan el máximo rendimiento económico, lo que suele conducir a "la explotación de los artistas" por parte de la industria.

Ahora bien, el de Granada tampoco demoniza las discográficas, y entiende que existe una relación de codependencia entre ambos elementos a pesar de que sean finalmente las multinacionales las que determinan las reglas del juego, "lo que no beneficia en absoluto a los creadores".

El caso de Los Planetas es paradigmático a este respecto. Si bien es cierto que a finales de los noventa surgió en España el panorama independiente, Jota advirtió que cuando ellos empezaron el "tejido independiente" que hoy funciona tan bien aún no existía, y que siempre han vivido al amparo de una multinacional.

El retrato del mundo de la industria musical condujo inevitablemente a cuestiones relativas a los derechos de autor, el canon digital y la Ley Sinde.

A este respecto, el músico se mostró ambiguo, y si bien apoyó en muchos aspectos la necesidad de la existencia de una sociedad que gestione los derechos de los artistas, también admitió las fallas de un modelo de negocio obsoleto y apuntó la posibilidad de ir creando un mundo en el que los derechos de autor dejasen de existir, tal y como han propuesto otros artistas como los sevillanos Pony Bravo.

De lo que se trata, continuó el granadino, es de no ponerle fronteras a la difusión de la cultura y de llegar a un estado ideal en el que los derechos de autor sean de todos.

Aunque esta forma de comprender los derechos de autor ya se halle implícita en el Copy Left (opuesto al Copy Right), que considera que la cultura es de todos y que sólo hay que pagar por su explotación comercial, Jota no cree que esta forma de gestión esté aún madura, ya que necesita de una organización y unas sociedades de gestión de derechos a la vieja usanza.

A propósito del canon digital, el de Los Planetas cargó las tintas contra Telefónica, a la que no se grava con ningún impuesto cuando el setenta por ciento de las redes digitales que ofrece son empleadas para descargar contenidos culturales. Así, afirmó que "curiosamente, los 10 millones de beneficios que ha tenido la empresa coinciden con los 10 millones que ha dejado de percibir la industria musical".

En cualquier caso, subrayó la decadencia de las multinacionales y de las propuestas mainstream (comerciales) para señalar que el verdadero negocio se encuentra actualmente en las discográficas independientes, que son el futuro.

Tras hablar de su forma de componer y de sus influencias musicales, Jota entró en otro de los temas más desarrollados durante la charla: el paso del pop al flamenco por parte de Los Planetas.

El artista reconoció que tras la publicación de Contra las Leyes de la Gravedad (2004) se quedó en blanco. Al igual que Brian Wilson o Syd Barrett él mismo había sido engullido por la industria y la vieja forma de componer no funcionaba. Entonces se le ocurrió realizar un giro hacia el flamenco, la cultura más popular y antigua que tenemos.

El propósito de esta nueva etapa es la de hacer llegar nuestra verdadera cultura a los jóvenes. Y si bien es cierto que él no posee la voz adecuada para cantarlo, en Los Planetas "es el ruido el que hace el quejío".

Tras un breve descanso, la sesión continuó con la propuesta por parte de Jota de canciones y autores como el grupo extremista alemán Neu!, que condujo al último gran tema de la charla: la música y la revolución.

Para el granadino, los músicos que buscan la revolución a través de la música terminan siendo apartados del sistema de una manera u otra, como ya sucedió con los Sex Pistols o The Clash; y la única forma de llevar adelante esta tarea subversiva se halla en la invención de mensajes cifrados a los que el sistema no pueda acceder, como ya hicieron en los ochenta The Smiths.

Jota admitió que Los Planetas, por su parte, jamás cantarán letras protesta, pero señaló que en su música hay implícita una crítica continua al estado en el que vivimos, que condena a toda una generación a vivir sin amor porque no tiene acceso a sus derechos elementales, y "sin casa o trabajo no hay amor ninguno".