Cultura

Raúl Guerra gana el Premio de Novela Fernando Quiñones

  • El escritor madrileño ha conquistado el galardón con 'Quien duerme novela' · Noemí González Sagubal, finalista del certamen con 'El asesinato de Sócrates'

En medio de un ambiente distentido, puramente literario y bien arropado entre las paredes del nuevo espacio CUC (Centro Cultural Unicaja), ha sido seleccionada la obra ganadora del XI Premio Unicaja de Novela Fernando Quiñones. Un galardón que este año ha recaído por unanimidad sobre el consolidado escritor Raúl Guerra Garrido (Premio Nadal 1976 y Premio Nacional de las Letras Españolas 2006), por su novela Quien duerme novela, presentada con el lema La memoria de los sueños, quedando finalista Noemí González Sabugal, por la obra presentada bajo el lema El asesinato de Sócrates.

El fallo fue difundido ayer en el salón de actos del CUC, el día en que cumplían once años del fallecimiento del escritor gaditano, de la mano del director de la Obra Social de Unicaja, Felipe Faraguna; Ángel Roa, director territorial de Unicaja en Cádiz, y de los miembros del jurado, entre los que figuran su viuda, Nadia Consolani; los escritores ganadores de las anteriores ediciones, Joaquín Pérez Azaústre y Jordi Bonells, así como Clara Sánchez y Valeria Ciompi, directora de la editorial de Alianza Editorial, encargada de su publicación y su distribución a nivel internacional.

Raúl Guerra Garrido (Madrid, 1935) ha conquistado los 30.000 euros del premio con Quien duerme novela, una obra que se desarrolla en Madrid, a lo largo de una jornada que comienza por la mañana y concluye en una cita ineludible al que el protagonista -el propio ganador- debe asistir a las diez de la noche. Durante este paseo "hace un recorrido físico, pero también a través de la memoria de su vida hasta llegar a ser escritor, intercalando sus propios sueños", apuntó ayer Valeria Ciompi. Una novela que, según comentó la editora, "sorprende por su vitalidad y energía".

Por su parte, la finalista Noemí González Sagubal (León, 1979) se ha hecho con 6.000 euros por El asesinato de Sócrates, una obra enmarcada en el género de novela negra, en la que un inspector de policía investiga la muerte de un periodista transmutado en escritor de cierta fama en su provincia, que ha muerto apuñalado en extrañas circunstancias. Una novela escrita con vigor y solvencia y que, según apuntó Valeria Ciompi, llama la atención "por la redondez y perfección en la que se ha construido dentro del género".

De las obras seleccionadas también destacaron su suscripción "en la novelística de la ética", dijo Jordi Bonells, así como "la calidad y la honradez con la que se han elaborado", apuntó Joaquín Azaústre. Este último añadió, respecto a la novela ganadora, que pese a que el protagonista contempla el final de su camino, "a modo de testamento literario, lo hace desde un punto de vista vital. El aquí y ahora encabezan su obra".

De la finalista comentó la maestría con que exhibe la vida interior de una ciudad triste, en la que los personajes buscan cobijo, "ofreciendo una gran capacidad de contemplar lo que le rodea".

Nadia Consolani, viuda de Quiñones, hizo hincapié en lo presente que seguía estando su difunto esposo, "que cada vez es recordado con más intensidad". Palabras que fueron secundadas por todos los miembros del jurado.

Felipe Faraguna, director de la obra social de Unicaja, destacó que este año se ha registrado una significativa participación en este certamen a nivel nacional e internacional, con un total de 262 novelas presentadas -57 más que el pasado año-, lo que confirma el Premio Unicaja de Novela Fernando Quiñones como "el premio literario artístico más consolidado y más internacional de la Caja", aseveró. De hecho, además de recibir obras procedentes de toda la geografía española, han concurrido novelas de países como Argentina, Francia, Venezuela, México, Japón, Estados Unidos, Colombia, Austria, Chile, Brasil, Uruguay, Italia, Alemania, Israel y Perú.

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