Como el anuncio de una conocida marca de turrones, El Greco ha vuelto por Navidad a su casa gaditana. La obra La visión de San Francisco que pintara el genial Doménicos Theotocopoulos luce de nuevo en su retablo de la capilla del Carmen del antiguo Hospital de Mujeres, poniendo así fin a un viaje de cuatro meses desde que abandonara la sede del Obispado para participar de una exposición nacional sobre el pintor (del que se conmemora el 400 aniversario de su fallecimiento) y para ser sometido posteriormente a un estudio realizado por el Museo del Prado.

El balance de estos cuatro meses no puede ser más positivo para el Obispado. La exposición El Greco: Arte y Oficio desarrollada en Toledo ha recibido en apenas dos meses (entre el 8 de septiembre y el 9 de diciembre) más de 90.000 visitas, siendo la pintura conservada en Cádiz una de las principales de esta muestra que reunía a otras 93 obras de este pintor procedentes de 27 ciudades distintas de España, Alemania, Reino Unido, México, República Checa y Suiza.

Y tras el cierre de esta exposición, el cuadro viajó a Madrid para ser sometido a un estudio de catalogación por parte del Museo del Prado, institución a la que el Obispado solicitó hace unos meses la posibilidad de restaurar la pieza. Entre otros detalles que previsiblemente saldrán a la luz en los próximos meses, a raíz de ese estudio técnico y científico al que ha sido sometida la pintura, una de las conclusiones más positivas es que los profesionales del Prado han determinado que La visión de San Francisco no necesita de ninguna restauración, ni tampoco de una limpieza general, según confirmaba ayer a este periódico el propio obispo diocesano, Rafael Zornoza.

Por tanto, es de destacar que la obra pictórica presente un perfecto estado de conservación en la actualidad. De hecho, la única intervención que se ha recomendado y que ya ha sido realizada ha consistido en la retirada del cristal que protegía la obra por otro de metacrilato más propio de museos, lo que permitirá una mejor protección de los rayos UV, garantizando su conservación.

Tras este periplo por Toledo y Madrid y lo positivo de la experiencia, el responsable de Patrimonio de la diócesis, David Gutiérrez, destaca que la obra de El Greco "se ha revalorizado" gracias a esta exposición que ha recibido de media mil visitas al día. "Estamos muy contentos con la exposición de la obra. Las impresiones en líneas generales es que ha encantado y era la pieza que abría la exposición", resaltaba ayer el propio Gutiérrez tras culminarse los trabajos para colgar el cuadro de nuevo en su retablo de la capilla de Hospital de Mujeres.

Además, desde el Obispado se recuerda que desde que la obra sobre San Francisco fuera desmontada del retablo el pasado 19 de agosto hasta que volvió a su lugar ayer ha estado asegurada en todo momento por una millonaria póliza por valor de 25 millones de euros, con cobertura a todo riesgo, en una modalidad denominada clavo a clavo -que protege a una obra de arte que acude a una exposición temporal en todo el período que transcurre desde que se retira hasta que vuelve a su lugar de origen-. Además, en todo momento se ha contado con la supervisión en los traslados, exposición y estudio de la pieza de Rafael Alonso, "premio nacional de Restauración y Conservación y uno de los referentes internacionales de mayor prestigio en la obra de El Greco", destacaban ayer fuentes del Obispado. Todo ello, conviene apuntar también, con los preceptivos permisos solicitados a la Consejería de Cultura, al tratarse de una obra considerada como Bien de Interés Cultural.

Una vez expuesta de nuevo en su espacio habitual, desde el Obispado se considera que el impacto que ha supuesto esta exposición temporal en Toledo o el estudio realizado por El Prado -del que se espera contar con una publicación sobre el cuadro en los próximos meses- servirán para incrementar el interés por esta pintura, lo que de manera directa irá en beneficio de la propia ciudad al esperarse un aumento de visitantes que puedan llegar desde todos los rincones específicamente para apreciar esta destacada obra de Teotocopoulos.

Y es que uno de los factores que más destacan los especialistas sobre esta pintura de San Francisco -legada al Obispado por Lorenzo Armengual- es que se trata de una pintura que anticipa la etapa tenebrista de El Greco (está fechada en 1595), debido al juego de luces y sombras que realiza en los rostros y las manos de las figuras presentes en el lienzo.