Fallece el escritor Félix Grande, uno de los grandes valedores del flamenco

El prolífico autor y Premio Nacional de las Letras desapareció ayer a los 76 años Novelista y ensayista, su nombre estaba relacionado, además, con la renovación en la poesía contemporánea

Félix Grande en una sesión de fotos realizada en su hogar madrileño en 2004.
Félix Grande en una sesión de fotos realizada en su hogar madrileño en 2004.
R. C. Cádiz

31 de enero 2014 - 05:00

A sólo cuatro días de haber celebrado su 77 cumpleaños, el poeta, narrador y ensayista Félix Grande (Mérida, 1937) fallecía ayer víctima de un cáncer de pancreas. Considerado uno de los grandes renovadores en poesía -y con una obra traducida a doce idiomas-, el nombre de Félix Grande es también el de uno de los más importantes valedores de la cultura flamenca, a la que dedicó gran parte de su actividad durante los últimos años: "Teniendo en cuenta el medio siglo enmarcado en la etapa del antiflamenquismo, y el otro medio siglo que hemos vivido la gente de mi edad -comentaba en una entrevista con la periodista Tamara García-, el mundo de la música llamada culta ha sentido cierto desdén por el flamenco".

Grande era sin duda un gran defensor de este arte, capaz de comparar la genialidad de Manolo Caracol con la de Picasso, pero también fue hombre generoso en las letras, como ejemplifica su apoyo a la obra y figura de Carlos Edmundo de Ory, el "picapedrero de aerolitos".

Por su último poemario, Libro de familia (Visor), Félix Grande recibiría el premio Adonais de poesía, en un trabajo en el que se apoyaba en los pilares básicos de su vida y que no eran otras que su infancia, su madre, el padre de Francisca Aguirre, la música de Bach, el flamenco, Antonio Machado y César Vallejo: "Dentro de poco voy a cumplir 75 años -declaraba con motivo de su publicación-, y este libro no se puede decir que sea póstumo o el último, pero sí que resume, más que abre caminos. Cuando me di cuenta de que la poesía había llamado a mi puerta, la dejé entrar, cerré el cerrojo y me sentí extraordinariamente libre y libertario para escribir".

Pero la prolífica producción de Félix Grande no sólo incluía lírica -Música amenazada (1966), Homenaje a César Vallejo (1971), En secreto (1978), La noria (1986), Con buenas formas (1997), La canción de la Tierra (1998) y La memoria en llamas (2004)-, sino también teatro -Persecución (1978)-, novela -Las calles (1980), La balada del abuelo Palancas (2003)-, relatos -Parábolas (1975), Lugar siniestro este mundo, caballeros (1980), El marido de Alicia (1995), Sobre el amor y la separación (1996), Té con pastas (2000)- o ensayo -Occidente, ficciones y yo (1968), Apuntes sobre la poesía española de posguerra (1970), Memoria del flamenco (1979), Agenda flamenca (1985), Once artistas y un dios (1986), García Lorca y el flamenco (1992), La vida breve (1985) o Paco de Lucía y Camarón de la Isla (1998)-, además de obras mixtas, como Grandes del flamenco (seis discos más antología) o Poema de amor (con música de Paco de Lucía).

Entre los reconocimientos que Félix Grande recibió en vida, se encuentran el Premio Casa de las Américas (1967), el Nacional de Poesía (1978), el Eugenio D'Ors de Narrativa (1965), el Felipe Trigo (1994) o el Manuel Alcántara de Poesía (1996). En 1980, obtuvo el Hidalgo y el Nacional de Flamencología, y en 1997 fue nombrado miembro de la Academia Norteamericana de la Lengua.

Hijo adoptivo de la ciudad de San Roque (Cádiz), en 2004 obtuvo además el Premio Nacional de las Letras Españolas.

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