El FCAT presenta su cartel y vaticina la comunión con el empresariado local

El Salón de Actos de la Biblioteca Municipal acogió en la mañana de ayer la presentación del cartel anunciador de la séptima edición del Festival de Cine Africano de Tarifa (FCAT).

Se trata del pistoletazo de salida o la cuenta atrás para la inauguración de esta nueva edición del festival, que nació en 2004 con el objetivo de descubrir en nuestro país una de las cinematografías menos conocidas del planeta, la africana, y, en tan sólo siete años, se ha convertido en un certamen de referencia a nivel internacional y en una cita imprescindible para aquellos que aman el cine y aman África.

Ayer la directora del festival, Mane Cisneros, junto al alcalde, Miguel Manella, y el concejal de Cultura, Javier Mohedano, llevaban a cabo la presentación del cartel del evento, obra de la artista algecireña Blanca Orozco, quien ha elaborado una obra en la que el rostro de una mujer africana en tonos rojos y grises sobre un fondo blanco roto es el motivo central. Precisamente su autora confesó que "se trata de una obra muy especial". Y es que la algecireña, que expresó su deseo de retornar a su tierra, afirmó que esta obra se aleja de su estilo abstracto para irrumpir decididamente en el arte figurativo.

La presentación del cartel sirvió para subrayar entre todas las partes interesadas, y así lo expresó la responsable de la Cámara de Comercio del Campo de Gibraltar en Tarifa, María Jesús Vargas, para "definitivamente casar al FCAT con el empresariado local incidiendo en que desde el empresariado local se han llevado dos acciones directamente relacionadas con el festival. Por un lado la edición de planos callejeros, donde dar a conocer tanto los lugares emblemáticos del municipio como las salas de proyecciones y los comercios colaboradores como hoteles, restaurantes, bares y otros establecimientos, teniendo una buena promoción turística".

La otra acción es la convocatoria de un concurso de escaparates entre los comercios con el Festival de Cine Africano como eje central. El también concejal de Turismo, Javier Mohedano, incidió sobre este asunto destacando la implicación del empresariado local en el evento.

También subrayó el concejal de Cultura que a pesar de la crisis y los recortes en el propio presupuesto del festival, "no se va a notar ni en la calidad de su programación ni en su voluntad de abrirse al pueblo de Tarifa". Mohedano Ruano elogió el trabajo que se hace con los escolares y jóvenes como un ejemplo de las raíces profundas que el festival tiene en la ciudad y por último destacó la capacidad del evento como dinamizador y transformación de espacios públicos en lugares de proyección, como es el caso del Mercado o del Liceo del Casino tarifeño.

El alcalde de la localidad, Miguel Manella, destacó por su parte la enorme promoción que el FCAT hace del municipio. "Estoy muy orgulloso de un festival que pasea el nombre de Tarifa por todo el mundo y cumple con el objetivo de acercar África a Europa", dijo el primer edil.

La directora del FCAT, Mane Cisneros, recordó que la parte itinerante comenzó el miércoles con la proyección del Cinemóvil en Benalup, que tuvieron continuidad ayer en San Roque y hoy en Algeciras y que luego saltará el Estrecho para estar en Larache, Tetuán y Tánger, donde hará su última proyección el día 20.

Cisneros avanzó que durante esta edición, que comenzará a partir del próximo día 21, "el festival va a estar muy centrado en la conmemoración del 50 aniversario de las independencias africanas, para lo que ha hecho un programa especial de películas y la participación de expertos en unas jornadas sobre aquel proceso histórico". Cisneros agregó que el festival trae una programación de lujo con más estrenos que nunca. Y es que en su séptima edición el festival traerá hasta Tarifa 113 filmes africanos o sobre África. Así se darán a conocer las cinematografías del continente vecinos exponiendo un amplio y representativo abanico de todas las producciones audiovisuales de África entre largometrajes de ficción o documentales, y producciones de casi todos los países, desde Sudáfrica a Marruecos o de Senegal a Etiopía.

Lejos de lo que podría creerse, se trata un cine de calidad que muestra el gran potencial creador y artístico de los cineastas africanos y que, poco a poco, va ganando seguidores en España y creando en nuestro país una visión diferente sobre el arte y la realidad del continente negro.