Cuarteto Gerhard en el Teatro del Títere

Broche de oro para el II Ciclo Manuel de Falla

  • El Cuarteto Gerhard pone fin al II Ciclo de Música Manuel de Falla, dejando el listón muy alto, con un concierto entre el clasicismo y el romanticismo europeo

Cuarteto Gerhard en el Teatro del Títere.

Cuarteto Gerhard en el Teatro del Títere. / Fito Carreto

El tristón y lluvioso lunes 2 de diciembre nos reservó una alegría a última hora en el Teatro del Títere, con la actuación de uno de los jóvenes pero grandes cuartetos de cuerda de este país. Se trata del Cuarteto Gerhard, galardonado con el premio El Primer Palau 2012, que cuenta con un trabajo grabado a finales del 2017 dentro de la colección Harmonia Mundi Nova. Actualmente su carrera profesional tiene también proyección internacional.

La primera pieza que interpretaron fue el cuarteto K 387 en Sol Mayor La Primavera de W.A. Mozart. Una pieza en cuatro movimientos, que llama la atención por su peculiar primer movimiento donde Mozart usa escalas cromáticas, dándole un juego diferente a los violines, viola y violonchelo del cuarteto. La obra acaba con un finale molto allegro, en forma de fuga, que el cuarteto Gerhard interpretó de manera excelente. Una obra del clasicismo, con ciertas peculiaridades, donde el Cuarteto Gerhard nos mostró el alto nivel de empaste y coordinación que posee.

La segunda y última obra que interpretaron, tras un breve descanso, fue el Cuarteto para cuerdas D 887 n.º 15 en Sol Mayor de Franz Schubert. Una obra impresionante, ya de carácter romántico, diferente por completo de la obra de Mozart de la primera parte, y que cuando la compuso Schubert, ya supuso una nueva concepción para los cuartetos de cuerda. La obra es exigente con los intérpretes, que tienen que emplearse a fondo. Y es lo que hicieron los componentes del Cuarteto Gerhard, que supieron expresar todo el colorido de cada instrumento, y hacer brillar a cada uno de ellos en los momentos que la partitura les reserva diferenciándolos a cada uno con un tratamiento específico, lo que permite que el espectador los perciba con una especial vivacidad, e incluso transparencia. Es lo que requiere exactamente esta obra que Schubert escribió en sus últimos años de vida. El Cuarteto Gerhard se lució en los efectos que la partitura exige en el Allegro y en el Andante, donde ejecutaron a la perfección los trémolos y el pizzicato de acompañamiento. El delicioso Scherzo que sigue, mostró las excelentes cualidades como intérprete de Jesús Miralles, violonchelista de la formación. Excelente.

El Cuarteto Gerhard, es decir, Judit Bardolet: violín; Jesús Miralles: violonchelo; Lluis Castán: violín y Miquel Jordá: viola, dieron un concierto de categoría, con una interpretación rotunda y contundente del programa, y en la que se emplearon a fondo. Y por decir algo, tan solo, que si se hubieran dirigido al público para presentar el concierto, lo hubieran bordado del todo, aunque después de su soberbia interpretación, sobraran las palabras.

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