La Central de Arte Práctika cumple un año en continua ebullición

Los gerentes de este espacio ubicado en la calle Parlamento valoran la buena acogida que han tenido en el barrio Han emprendido diez exposiciones y diversos cursos de pintura

Gracia Gavira y Gerónimo Bocuñano, en un descanso de sus clases de pintura.
Gracia Gavira y Gerónimo Bocuñano, en un descanso de sus clases de pintura.
Virginia León Cádiz

02 de junio 2014 - 05:00

El arte inunda la Central de Arte Práctika. El olor a acrílico y el buen ambiente se palpa nada más poner un pie en este diáfano espacio que hace un año abrió sus puertas en la calle Parlamento, para explorar todas las vertientes del arte.

Los artistas Gracia Gavira y Jerónimo Bocuñano son los artífices de este proyecto que ha calado hondo entre los vecinos del barrio, que se contagian y participan en todas las actividades que ofertan, haciendo de Práctika un centro en continua ebullición.

Son dos las facetas con las que se fraguó esta apasionante iniciativa. Por una parte, como espacio expositivo alejado del concepto de galería al uso, pues son los propios artistas quienes autogestionan sus muestras, alquilando por un precio único la sala, y obteniendo el cien por cien de las ganancias de las ventas.

Y por otra, como escuela de arte, por la que en un año han pasado numerosos alumnos de todas las edades, desde los 5 años en adelante. Cursos de pintura al óleo, acuarela, acrílico y grabado o de dibujo en pastel, carboncillo, retrato o dibujo técnico se han desarrollado junto a los talleres que han ido ideando a medida que se han ido consolidando, siempre con la experiencia que arrastran de su anterior etapa como profesores de pintura en el Centro el Bidón.

"Ha sido un año muy positivo e ilusionante", dice contundente Jerónimo Bocuñano, que valora muy positivamente el buen ambiente que se ha generado en torno a Práctika. "Los mismos alumnos que asisten a clases, exponen, y van a las exposiciones de artistas profesionales, es un continuo ejercicio de acercamiento al arte", asevera Bocuñano de esta gratificante experiencia en la que todos forman parte de este circuito artístico que arrancó y continúa con la misma filosofía: ver, hacer y nutrirse del arte.

Sin ir más lejos, a mediados de junio se presenta una exposición de los benjamines de la sala. "Los niños son las estrellas de esto. Es increíble cómo aprenden, lo inquietos que son, lo impacientes... siempre quieren hacer una obra al día", comenta sonriente Bocuñano. "Nos interesa que experimenten, que se equivoquen, que reflexionen, que aprendan cosas diferentes y así evolucionen", puntualiza del proceso de aprendizaje de los pequeños, algunos, "auténticos artistas, se ve desde el principio".

Para ellos también han puesto en marcha un taller basado en el escultor Alberto Giacometti, que ilustrarán con vídeos de sus trabajos y ejercicios creativos para ahondar en la obra de este artista en particular, "y el arte contemporáneo, en general, al que no acceden en las escuelas".

Pero la pasión por aprender no sólo la destilan los pequeños, también los adultos, algunos realmente experimentados y aventajados. "Hay alumnos que llevan años con nosotros, pero todos han comenzado desde cero, y fíjate". Porque la destreza técnica que destilan sus trabajos es muy digna de las exposiciones que también ellos protagonizan a lo largo del curso.

Durante meses desarrollan así sus obras y proyectos guiados por Gavira y Bocuñano e inspirados de alguna forma por este ambiente artístico que toma cada una de las paredes de esta sala. Porque en los trece meses de vida del centro, se han puesto en pie nada menos que diez exposiciones de artistas noveles y de otros más consolidados y conocidos de la provincia de Cádiz.

Por aquí han pasado durante el curso las esculturas de Francisco Medina, la fotografía de Guillermo Perea, la primera colectiva de los alumnos de Práctika, las acuarelas de Miguel Pellicer, otra colectiva de Gavira-Bocuñano- Medina y Cerero, pinturas y grabados de Javier Molina, la pintura de Pepe Palacios y Julián Delgado y la que se expone actualmente, los paisajes de Rafael Solís.

Un reguero de artistas en su mayoría gaditanos, que bien se han acercado a la sala para presentar su producción, o con los que ellos mismos se han puesto en contacto. "La idea era dar un sitio a estos creadores que tienen calidad, y a lo mejor no han tenido muchas oportunidades de mostrarlo". Si bien, el próximo curso piensan diversificar el muestrario de artífices, por lo que comenzarán con la obra del madrileño Raúl Barrios.

También lo harán con los cursos y talleres del verano, con nuevos horarios más adaptados a las vacaciones, sobre todo de los más pequeños. Para que el centro siga en ebullición. Para más información en la página de facebook de la sala.

stats