De Cádiz, ¿Pepa para los amigos?

Agradezco a Alberto Ramos y Antonio Barberán, que el primero en público y el segundo en privado, hayan dado erudita solución a mis preguntas acerca de que el "Viva la Pepa" sea grito -desde 1814- de los liberales reprimidos por el nefasto Borbón que prohibió la Constitución de 1812, y que llamaron Pepa al sagrado código de 1812.

La frase, que hasta 1970 figuraba en el DRAE como "irónica", es anterior a 1812. Ramón de la Cruz la utiliza en La compañía obsequiosa (1779) y los flamencólogos citan muchas tonadillas del XVIII con esa expresión en el sentido de "¡Viva la juerga!" o, como se diría hoy, "Paso de todo".

En ese sentido en la utiliza en 1836 el traductor español de Víctor Hugo en Notre Dame de París (Vive la joie); Fernán Caballero en Lágrimas (1853) y muchos otros en el XIX. Creo que contextualizando el texto de Moratín de 1815 va en ese sentido, pero es cuestión de opiniones. Igual que las citas del diario revolucionario El Zurriago, que aclaran poco.

Efectivamente en el siglo XX, de unos a otros se suceden en considerar lo de la Pepa como "apodo" popular de la Constitución de Cádiz, pero sin explicar el soporte. Ramos y Barberán aportan dos citas clarísimas contemporáneas a ese postulado uso popular doceañista (De 1812 a la Constitución de 1837, que fue cuando se reivindicaba la Pepa): El Fiscal patriótico de España y ese Testamento de la Constitución (1823), que desconozco y me suena servil.

Si es así y dado que el "Fiscal Patriótico" también era antidoceañista ¿Será "la Pepa" un despectivo acuñado por los enemigos de la Constitución sumado a su significado dieciochesco?

El uso despectivo de "La Pepa", buscando vulgarmente en Google, lo cita Gabriel Eduardo Brizuela en su "José de San Martín y Domingo Faustino Sarmiento" o Francisco Pérez de la Riva en su historia del café.

Visto el uso popular del XVIII del Viva la Pepa ¿no será la de Cádiz cosa muy seria para Riego, Torrijos o los sargentos de la Granja, como para llamarla Pepa?