Robot salvaje | Crítica
Divertida, emocionante y espectacular obra maestra
luis garcía gil. escritor
Luis García Gil es algo así como un, inventemos el término, analista de cantautores. Digo analista, que no biógrafo, porque más que meter las narices y la pluma en la vida de los músicos a los que elige, la intención del escritor gaditano es la de bucear, disco a disco, canción a canción, en la obra del artista, y con el propio artista de la mano, además de contextualizar su figura y descubrir aspectos de su carácter y vida ligados a su legado. Lo hizo con Serrat, con Ruibal, Jacques Brel, Atahualpa Yupanki y con Joan Isaac. Y ahora ha fijado su mirada en Luis Eduardo Aute y no le falta motivos porque, además de celebrarse este año el 50 aniversario del intérprete y compositor en la música, el autor siente una verdadera fascinación por "nuestro artista más multidisciplinar, toca todo y todo bien".
Así, con esta obra, Aute, lienzo de canciones, el músico tiene su libro "no sé si definitivo o no - dice su autor- pero que explica prácticamente toda su obra, y no sólo la que tiene que ver con su canción sino la que le liga a otras expresiones artísticas como las que tienen que ver con la pintura, la poesía, el cine..."
De hecho ese carácter de artista completo y polifacético lo erige como una figura "fundamental" de la historia de la cultura de nuestro país a la que a García Gil le apetecía "mucho abordar y tratar". Este deseo, por suerte, también se encontró con la reciprocidad del propio Aute que abrió "las puertas de su casa, de su mundo y de su archivo" al gaditano para la construcción del libro editado por el sello Milenio. "Desde el primer momento Aute demostró una generosidad con este proyecto que no se lleva mucho en este mundo de egos musicales", asegura García Gil que dice que se ha encontrado con una persona "muy entregada y predispuesta y receptiva".
Pero también con una persona muy "rigurosa y meticulosa". Así, el músico "se llevó el manuscrito del libro a México" y se lo devolvió a su autor con varias precisiones. "Esto no significa que me haya coartado nada sino que por su propia rigurosidad le gusta hacer sugerencias pues, por ejemplo, de tipo sintáctico. Sugerencias que yo agradezco mucho así que, para mí, esto más que un problema es una ventaja", valora el autor que asegura que en la presentación del libro en Barcelona Aute reconocía "que con el libro ha conocido cosas de sus canciones que no se había parado a pensar, y eso es muy importante para mí, descifrar esas claves escondidas de las que ni el propio creador es consciente".
Ni un pero puso el artista nacido en Manila, y cuya primera vocación fue la pintura, al título completo de la obra, Aute, lienzo de canciones. "Encantado sí, estaba encantado. Date cuenta que Aute tiene canciones que en cierta manera son como pinturas y su pintura también dialoga con sus canciones porque hay discos donde aparecen sus cuadros o hay canciones con referencias directas a pintores, como Quinta del sordo (Goya)o el Tríptico de luces y sombras, entre otras".
De hecho, con el pintor nos encontramos en el principio del camino que propone este libro, con vocación cronológica y lineal, que arranca a finales de los 60 cuando Aute , que siempre ha rechazado la etiqueta de cantautor, comparte los pinceles con la composición de canciones para otros artistas. "Él es bastante reacio a cantar pero finalmente graba Aleluya y Rosas en el mar, temas que pegan en la época", precisa.
En la línea evolutiva de su proceso como artista, García Gil también hace parada en su "periodo de silencio" cuando vuelve a la pintura, a la ilustración de portadas de discos y a escribir poesía, "aunque sigue componiendo en la sombra". Un silencio que se ve roto con Rito y Espuma en el 74, "dos discos importantes en su obra... Y ya en esa época también andaba por ahí Caballero Bonald que lo induce a grabar", recuerda.
A través de sus discos, García Gil también saca a la luz esa dualidad en la figura de Aute, "un hombre tímido, casi un outsider de la industria" pero que en los 80 alcanza un éxito incontestable convirtiéndose en un cantautor masivo que llega a su momento "cumbre", en este aspecto, con Cuerpo a cuerpo en 1984. "Es el disco más exitoso de Aute de la década porque sus canciones, como Una de dos o Pasaba por aquí, llegan a conectar con una generación más joven a la que impacta definitivamente", explica el autor también repasa en su libro otros hitos del músico como Alma, Fuga o el simbólico directo Entre amigos donde compartió plaza con Joan Manuel Serrat, Silvio Rodríguez, Pablo Milanés y Teddy Bautista.
Prologado por el compositor Joan Isaac, buen amigo de Luis Eduardo Aute también, la obra está muy bien apoyada gráficamente ya que contiene "mucho material del archivo de Aute y también de la colección de Javier de Castro, editor de este libro, y de la mía propia", explica García Gil que, eso sí, precisa que "la mayoría de las fotografías son las que ha cedido Aute para el libro". Así, podemos ver en la obra tanto fotografías familiares, de la infancia del músico, reproducciones de algún autorretrato, como imagénes entrañables con amigos artistas como Gabriel García Márquez, Serrat y Sabina, fotos de una de sus actuaciones en el gaditano Teatro Pemán y hasta la de un emocionante grafitti en una localidad ecuatoriana, un concierto de Aute nos cambió la vida.
"Lo que yo quiero conseguir con este libro es que la gente se ponga un disco del artista y que pueda descubrir esa parte oculta que toda canción tiene por muy aparentemente sencilla que sea y por muchas veces que se haya escuchado", anhela el literato que, además, renoce el aliciente de tener frente a él a un autor que ha hecho canciones "que son como flashes emocionales".
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