Cine

Ángeles Reiné, el intrincado pero acertado camino hasta la ópera prima

  • La realizadora gaditana estrenará en diciembre su primer largometraje, ‘Salir del ropero’, la historia de dos abuelas lesbianas protagonizada por Verónica Forqué y Rosa María Sardá

La directora gaditana Ángeles Reiné, en la balaustrada de la Alameda Apodaca de Cádiz.

La directora gaditana Ángeles Reiné, en la balaustrada de la Alameda Apodaca de Cádiz. / Joaquín Hernández Kiki

Hay tantos caminos para alcanzar un objetivo que no es difícil equivocarse en los cruces, escoger un sendero sin destino y comprobar, una vez alcanzado el final, que no tiene continuidad más allá del figurado precipicio del error. Ángeles Reiné, directora de cine gaditana, ha transitado a lo largo de su trayectoria profesional por múltiples caminos, por asfaltos impolutos y por vías parcheadas e intransitables, pero todos y cada uno de sus itinerarios le han servido para llegar al objetivo, una ruta de años de formación, esfuerzo, dedicación, talento y tenacidad –tantas veces compartida con su vocación familiar–, que desembocará en diciembre en el estreno de su ópera prima, Salir del ropero, una comedia de tolerancia y libertad que retrata el tardío amor entre dos abuelas, a las que darán vida en la gran pantalla Verónica Forqué y Rosa María Sardá.

La carrera cinematográfica de esta gaditana comenzó acabados sus cursos de bachiller y el extinto COU. Los estudios de Imagen y Sonido en la Universidad Complutense de Madrid supusieron sus primeros contactos en el mundo de la realización. Pero fue con su traslado a Londres en 1992, ya con tres hijos muy pequeños en el mundo, cuando comenzó a tomar forma con su ingreso en la prestigiosa The London Film School, un centro presidido por el director británico Mike Leight del que Ángeles Reiné salió preparada para afrontar, de nuevo en España, los primeros pasos profesionales de su trayectoria cinematográfica.

Fue en Barcelona en 1995, a través de la empresa Tesauro España. Empezó a dirigir anuncios publicitarios, un género que le empezó a dar satisfacciones en forma de premios y menciones y que, por tanto, le fue permitiendo recibir encargos de firmas como Movistar, Evax y Coca Cola, entre otras, trabajos premiados en el certamen publicitario del Festival de San Sebastián y en citas internacionales que no hicieron más que respaldar el correcto camino por el que iba transcurriendo la trayectoria de Reiné.

¿Y es el publicitario un género cinematográfico menor? Para nada, explica la realizadora gaditana: “Con la publicidad se trabaja con muchos profesionales del mundo del cine y se emplean medios técnicos costosos, muchos medios, que al final te dan un bagaje técnico excelente. Yo he podido rodar desde helicópteros, desde grúas, en el agua... Esto te da bagaje, aprendizaje, te aporta oficio”.

El salto a la ficción lo dio Ángeles Reiné en 2008 con su participación como directora de proyectos en la serie televisiva Doctor Mateo, otra experiencia de altura que incorporar a la mochila con la que caminaba profesionalmente la cineasta gaditana. La serie, ya es conocido, fue un éxito y Ángeles Reiné dio por tanto un nuevo paso. Otro gaditano se embarcó en aquella aventura, en este caso delante de la cámara. Fue el isleño Alex O’Dogherty, quien por cierto hace de cura en la próxima ópera prima de Reiné.

Insiste la directora gaditana que su familia siempre ha ocupado el primer lugar en el ranking de sus prioridades vitales, y que sus pasos profesionales, incluso aquella sólida aventura londinense en mitad de la crianza, siempre han quedado supeditados a la situación familiar. Así que en 2010 Ángeles Reiné afrontó un nuevo reto, ya más liberada como madre, y marchó a Estados Unidos, a Los Angeles, para perfeccionar aún más todo lo logrado hasta la fecha, que no fue poco, y ahondar en su trabajo como guionista y realizadora de cortos de ficción.

De esa etapa surgieron dos guiones con los que logró ser finalista en el certamen del laboratorio de guiones del Instituto Sundance, y rodó cortos que le abrieron puertas en varios festivales nacionales e internacionales donde también logró premios.

Y de nuevo en España cuatro años más tarde para continuar por el sendero de la ficción, de series televisivas y otros cortos y, finalmente, el rodaje de Salir del ropero, con ese sustantivo tan gaditano en un título que Ángeles Reiné reconoce que fue elegido por ella y que se rodó en Lanzarote por decisión del productor, aunque la primera intención fue que las escenas se desarrollaran en Cádiz. Pero Ángeles Reiné está más que satisfecha con el lugar elegido, pues la isla canaria se ha revelado como un escenario perfecto: “Lanzarote se ha convertido en un personaje más, ha sido un rodaje maravilloso”.

Queda ahora como reto un próximo rodaje en la provincia gaditana, un proyecto que Ángeles Reiné guarda muy en secreto para su próxima película. Antes debe cerrar el círculo con Salir del ropero, la cinta con la que debutará en pantalla grande después de un intrincado camino profesional repleto de aciertos.

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