Woody Allen lleva al Festival su 'Vicky Cristina Barcelona'
El director norteamericano presentó su última producción acompañado por Javier Bardem
"No tengo ni idea de por qué una película conecta con el público y otra no. Si lo supiera, pondría esos ingredientes en todas las películas", explicó en San Sebastián el director estadounidense Woody Allen, que estos días está experimentando un éxito inesperado de taquilla en su país con Vicky Cristina Barcelona, su última creación.
Acompañado de Javier Bardem, pero no de las dos actrices que se lo disputan en la película, Penélope Cruz y Scarlett Johansson, Allen, de 72 años, aseguró que él hace todas las películas igual.
"Trabajo muy duro y busco a los mejores actores. Cuando acabo, tengo siempre la misma sensación de satisfacción. Y luego por algo que no logro descubrir, algunas conectan y otras no. Estoy agradecido y me encanta que a la gente le guste. Pero yo hice lo mismo que en las películas que no les gustan", dijo el director en la primera jornada del festival, donde presentó su película en la sección Zabaltegui.
Vicky Cristina Barcelona, una coproducción entre España y Estados Unidos, se centra en dos turistas estadounidenses Cristina y Vicky (Johansson y Rebecca Hall) que llegan a Barcelona y conocen a un seductor pintor español (Bardem). Este coquetea con las dos, pero inicia una relación con Cristina. Hasta que la aparición de su ex, María Elena (Cruz), complica las cosas.
En la multitudinaria rueda de prensa, Bardem se refirió a la polémica suscitada por sus declaraciones en The New York Times, donde llamaba "estúpida" a la prensa española que lo criticaba por trabajar fuera del país. Luego explicó que sus dichos fueron malinterpretados."Siento que estoy en un río con mi barquita, investigando en mi arte -explicó- y a veces al lado corre un canal con aguas fecales, en el que se vierten un montón de cosas. Lo único que me llega son los efluvios. Yo sigo con mi caminito, que es lo que quiero hacer".
Bardem se deshizo en alabanzas por el guión del director de Annie Hall: "Fue un placer y un honor interpretar a estos personajes. Allen consiguió construir un escenario de estereotipos para después destruirlos".
El cineasta neoyorquino, por su parte, se mostró encantado de haber rodado en Barcelona y añadió que la ciudad tiene la sensibilidad romántica que la película requería. "Podía haber sido París o Venecia. Pero no hubiera sido igual en Nueva York, Londres o Berlín. Barcelona tiene un carisma especial que ha rejuvenecido mi cine". También tuvo palabras de elogio para Oviedo, la otra localización del rodaje. "Me recibieron de una forma irracionalmente cálida", rió.
Sin embargo, el director aseguró que él no se siente como el personaje de Cristina, que cree que en Europa puede ser más libre que en Estados Unidos. "Hay un cliché de que en Europa hay más libertad, más vanguardia. Pero no sé si es cierto. Allá se ve mucho cine comercial, pero también se respeta a quienes trabajan en serio".
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