El cantante español Alejandro Sanz regresó ayer a Nueva York tras tres años de ausencia con la gira Paraíso Tour, que presentó en el legendario Radio City Music Hall ante un público que cantó con él, le ovacionó y bailó toda la noche.

Sanz volvió a la Gran Manzana para compartir con su público estadounidense los temas de su disco más reciente, Paraíso Express, unas canciones que los asistentes demostraron saberse tan bien como otros viejos éxitos obligados en el repertorio del español, como Corazón partío y Cuando nadie me ve.

"Me voy a quedar un rato mirándolos, porque es maravilloso estar aquí, en el Radio City Music Hall, que es un verso del poema que es Nueva York", dijo en sus primeras palabras el cantautor español, que se presentó en esa conocida sala de conciertos en el 2003 con la gira promocional de su disco No es lo mismo.

El artista, que fue recibido con aplausos del público puesto de pie, comenzó la velada con el tema Mi Peter Punk, de su último álbum, para enseguida dar un giro hacia 1991 con Lo que fui es lo que soy, de su trabajo Viviendo de prisa.

La locura se apoderó del público con Corazón partío, antes del que Sanz invitara a bailar a los asistentes, algo que repitió varias veces durante el concierto, que se caracterizó por una buena dosis de rock, con solos de varios de sus músicos.

Sanz bromeó varias veces con el público diciéndoles que el concierto estaba llegando a su fin y obtuvo por respuesta un rotundo "no" de sus seguidores, a los que también deleitó con varias canciones a las que acompañó él solo al piano.

El ganador de dos premios Grammy y 15 Latin Grammy tampoco olvidó cantar el tema Looking for Paradise, que grabó con la neoyorquina Alicia Keys, quien quizás fue la gran ausente de la velada.

Sanz estuvo acompañado sobre el escenario por los músicos estadounidenses Mike Ciro y Nathaniel Townsley, el británico Jan Ozveren, el camerunés Armand Sabal-Lecco y los españoles Alfonso Pérez y Carlos Martín, además del artista neoyorquino de origen dominicano Chris Hierro.