20 libros para las noches de encierro
lecturas
El puente de diciembre y la Navidad nos cogen perimetrados y con toque de queda, y aún no sabemos cómo será un invierno que se promete de puertas para adentro. Si estás aburrido de mirar a la pantalla, pilla alguno de estos. Tus párpados quieren pestañear. Deja la pantalla, coge un libro.
NO TENGO MIEDO. QUIERO QUE PESE
1. La Odisea. Homero (Blackie Books)
Si es uno de esos clásicos que siempre ha dejado atrás, en Blackie Books no lo pueden poner más fácil con esta golosa edición, en el espíritu de sus 'Clásicos Liberados'. Una propuesta que cuenta con las ilustraciones pictográficas de Calpurnio y la traducción de Miguel Temprano, que apuesta por la cercanía con el lector. El libro incluye también propuestas respecto al mito de autores como Margaret Atwood, Dorothy Parker o Nick Cave.
2. Las luminarias. Eleanor Catton (Siruela)
Aquel que busque un novelón con los ingredientes habituales y un algo más, lo encontrará aquí. Lo primero que cumple es el precepto de este epígrafe (más de 700 páginas). La escritura de Catton deslumbra en un western de trasfondo mágico -la astrología actúa como una suerte de clave-, situado en la Nueva Zelanda de mediados del XIX. La narración se desarrolla en torno a la llegada de un desconocido que ha de encontrar, junto a otros doce hombres, la solución a distintos misterios.
3. El infinito en un junco. Irene Vallejo (Siruela)
Rescatamos la sorpresa editorial de la temporada porque haberse llevado el Premio Nacional de Ensayo este año es una excusa tan buena como cualquier otra para hacerlo. El título -que ya se llevó el año pasado un Premio Ojo Crítico- se mueve entre la evocación, la recreación y el ensayo para irnos explicando cómo han ido mutando los mensajes, las palabras y los libros en su afán por salvar vidas.
4. El cazador celeste. Roberto Calasso (Anagrama)
Lo cierto es que Roberto Calasso habla (escribe) y los demás callamos. De pura vergüenza, podríamos decir. Uno de los mejores intérpretes de los mitos clásicos, Calasso relata en El cazador celeste qué implicó que el hombre primitivo pasara a ser un gran depredador (pasara a ser, en definitiva, hombre). Y lo que nos cuenta nos fascina porque nos creemos muy listos pero, en el fondo de nuestro corazón, seguimos siendo monos asustados. E ignorantes.
ME DAN MIEDO LAS PÁGINAS
1. Adiós, fantasmas. Nadia Terranova (Libros del Asteroide)
Escrita en un estilo del que es difícil escapar, la italiana Nadia Terranova recrea en esta novela el regreso de una mujer a la casa familiar, para ordenar, literal y metafóricamente, los recuerdos. Una historia en la que se nos muestra hasta qué punto nos encanta el fantasma de lo que fuimos, aunque nos empeñemos en dejarlo atrás.
2. Un planeta de virus. Carl Zimmer (Capitán Swing)
Obsesionados con la palabra y el concepto, Zimmer nos explica en un ensayo ameno -para mentes como las nuestras, no muy especializadas- hasta qué punto los virus están presentes en nuestras vidas: dominan nuestra existencia, el planeta, la biosfera. Son culpables de muchos de nuestros males pero, también, de pequeños detalles intrascendentes como ayudarnos a producir oxígeno.
3. El fantasma y la señora Muir. R.A.Dick (Impedimenta)
Todos hemos visto la película. Uno entiende como una buena historia de fantasmas aquella que le hace mirar con desconfianza los rincones. Es una posibilidad. Una buena historia de fantasmas es, también y sobre todo, la que te hace comprender la clave de su naturaleza imposible: su existencia, tal y como da entender este relato, es fuente de consuelo y de desolación. Cuando la terminen, darán las gracias.
4. El tranvía de la Navidad. Giosué Calaciura (Periférica)
Periodista y escritor, Calaciura recupera en esta historia las urdimbres de los cuentos navideños clásicos. Entre ellos, el símbolo absoluto de las fiestas: un niño recién nacido en Nochebuena. A su alrededor, se van convocando las presencias de muchos de aquellos que no vemos entre el resplandor del alumbrado, arropados por las sombras: una prostituta, inmigrantes o un vendedor ambulante.
QUE TENGA DIBUJITOS
1. Los secretos de las brujas. E. Whyte, J. Légère, L. Pérez (Errata Naturae)
¿Qué fueron las brujas? ¿Qué han venido a significar? ¿Qué simbolizan hoy en día? En su retorno a las estanterías, Errata Naturae ha incluido en su catálogo esta suerte de ‘libro de sombras’ ilustrado bellísimamente por Laura Pérez, reciente Premio Ojo Crítico de Cómic. En él, se realiza un repaso a la difusa historia de la brujería, los nombres de aquellas hechiceras que han saltado a la historia o la ficción y su actual vindicación.
2. Un sonido atronador. Ray Bradbury (Nórdica)
Nórdica celebra el centenario del autor estadounidense con una edición ilustrada de uno de sus relatos más conocidos, el que dio lugar a la teoría del efecto mariposa. Las ilustraciones corren a cargo de la gaditana Elena Ferrándiz, que escoge un juego de sepias, rojos y grises metalizados para conjugar la evocación al pasado de la historia.
3. Ariel. Sylvia Plath (Nórdica)
La editorial recupera la edición íntegra de los poemas póstumos de Sylvia Plath, en una propuesta ilustrada y bilingüe que cuenta con la traducción de Jordi Doce y los dibujos de Sara Morante. Desde la misma portada -flores que queman, bocas que se abren-, lo plástico juega con el corazón del libro, con ilustraciones que llaman a lo inquietante en la corrección, a lo inesperado y el desasosiego.
4. Mapas del crimen. Drew Gray, trad. Lorenzo Luengo (Siruela)
De acuerdo, no son exactamente dibujitos, aunque el libro esté lleno de ilustraciones. Como su antetítulo indica ('De la frenología a la huella dactilar '), el libro realiza un recorrido -trufado de fotografías, dibujos y mapas- por el desarrollo de la investigación criminal y forense a partir de los asesinatos en serie más famosos del siglo XIX. Un momento en el que la fascinación por los asesinatos empezó a tener un carácter similar al que tiene para nosotros hoy en día.
LIBROS PARA NIÑOS (MENTIRA, SON PARA MÍ)
1. Qué absurdo_Lori Montersen, Chloe Bristol (Impedimenta)
Las autoras recuperan, mano a mano y a partir de una biografía ilustrada que es fiel en forma y espíritu a su inspirador, la inusual biografía del inusual Edward Gorey. Estrambote en Harvard, llegó a fundar su propio sello (Fantod Press) para dar salida a sus historias, en las que nadie creía. Publicó más de cien títulos de un humor tétrico e insólito en los que tenía la decencia de no tratar a sus potenciales lectores (los niños) como idiotas.
2. Los devoradores de mentes. David Blanco, Celsius Pictor (Thule Ediciones)
Un 'a partir de diez años' muy generoso con los que estamos después, y atrayente para niños de, digamos, mente curiosa. El divulgador David Blanco parte de casos reales en la naturaleza, adobados con un poco de pulso narrativo, para demostrarnos hasta qué punto los zombis son reales -con ejemplos tan evocadores como El vuelo de las cigarras sin medio cuerpo, Los grillos suicidas o El hongo empalador-. Las ilustraciones de Celsius Pictor le dan un aire decimonónico y julesverniano a la colección.
3. Mujeres en el arte. Rachel Ignotofsky (Nórdica/Capitán Swing)
La autora vuelve a ilustrarnos, en su doble sentido, sobre la labor a menudo silenciada de las mujeres, en esta ocasión, en el campo de la creación artística. Cincuenta nombres femeninos asociados a esta rama desfilan por esta propuesta, muchas de ellas, desconocidas para el gran público. Porque, como comenta la dibujante en la introducción, el arte no sólo es bonito, sino que también crea iconos y gritos de guerra.
4. 100 pisos bajo tierra. Toshio Iwai (Pastel del luna)
Con el nombre de estos pastelillos típicos de Japón, la editorial madrileña se está especializando en títulos ilustrados con un "sabor" al Lejano Oriente. Este título es la tercera entrega de un fenómeno de ventas en Japón. Koo, la niña protagonista, va descendiendo por los fascinantes hogares bajo tierra de distintos animales, en un viaje que poco tiene que envidiar al de Alicia.
SE ACERCA EL INVIERNO
1. Un encuentro mágico. P. Baccalario, A. Gatti, S. Mulazzani (Bruño)
Maravilloso álbum troquelado -para niños de a partir de 3 años- en el que se nos cuenta del encuentro entre dos entes tan distintos como una gota de tinta y un copo de nieve. Cada uno de ellos, nos relata sus experiencias desde el extremo opuesto del libro, que tiene estructura especular hasta llegar al desplegable del centro, el corazón de la historia. Una edición con la que hacerse y que conservar.
2. La biblioteca de hielo. Nancy Campbell (Ático de los libros)
Le da lustre el Premio Ness de la Royal Geographic Society, pero lo cierto es que merece todo reconocimiento. Campbell nos lleva de paseo por todos los hielos, el hielo, mezclando en su camino poesía y geografía, ciencia y mitología. El recorrido, haciendo honor a la portentosa memoria del elemento, salta también del presente al pasado, en un intento de hacernos entender que las fortalezas que han resistido miles de años se desvanecen, sin remedio, ante nuestros ojos.
3. El leopardo de las nieves o la promesa de lo invisible. Vicent Munier (Errata Naturae)
El fotógrafo Vicent Munier da testimonio gráfico, en mudo blanco y negro, de sus cinco incursiones en busca del leopardo de las nieves: ese animal casi mitológico del que sabemos, por el clásico del mismo nombre de Peter Matthiessen, que tan importante es hallarlo como no hallarlo. Tras las huellas del felino más esquivo uno llega a desentrañar un paisaje en el que, al principio, es incapaz de ver, y a entender el funcionamiento de los mecanismos que le rodean. El trabajo de Munier tiene la cualidad de envolver en ese silencio de manta que intuimos a sus paisajes.
4.Vardo. La isla de las mujeres. Kiran Millwood (Ático de los Libros)
Cuando el poder arrolla, lo hace sin tomar rehenes. Esa es una de las explicaciones que la perspectiva histórica le da a las cazas de brujas del siglo XVII. El elemento rupturista no puede tener ninguna opción, llámese curandera, partera, mujer libre, mujer con voz. Ni siquiera el dinero podía servir, en ocasiones, como escudo. La historia de Kiran Millwood, ganadora del Premio River Gauché, nos traslada a un pueblo del norte de Noruega que ve cómo, un 24 de diciembre, sus hombres perecen en una tormenta dejando el lugar bajo el gobierno de las mujeres.
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