"O no están muy bien organizados o nos están tomando el pelo"

La indignación vecinal se suma a la de los comerciantes tras la fuga de los astados en el rodaje y el Ayuntamiento no quiere ver, de momento, toros en la ciudad

P.i. /T.g.

23 de noviembre 2009 - 06:51

“Pero cómo no voy a a poder pasar a mi barrio después de la que ha montado hoy esta gente”. En cada una de las barreras que impedían el paso al perímetro del rodaje, un policía local y un integrante del cuerpo de seguridad de la productora se deshacían en disculpas y en qué le vamos a hacer. Llevaban haciéndolo desde primera hora de la mañana, cuando los más madrugadores se encontraron con el centro inaccesible. “¿Pero esto no empezaba mañana?”. Y un policía local admitía que “de lo del ensayo general la gente no estaba muy enterada”.

Pero cuando la noticia corrió como la pólvora, los casi 80 miembros de distintos cuerpos desplegados por el Ayuntamiento en el dispositivo de seguridad tuvieron que multiplicar sus explicaciones, mientras el propio Ayuntamiento, a su vez, pedía explicaciones a la productora en una serie de reuniones que resultaron muy tensas porque el enfado de los responsables municipales era mayúsculo y no ‘colaban’ las justificaciones que el equipo de la película ofrecía quitando importancia al incidente y aferrándose a la existencia de un supuesto plan B que había salido a la perfección.

A las cinco y media de la tarde, los tres toros no fuguistas de la manada recorrieron por fin la calle Ancha camino del camión que les volvería a emparejar con sus compañeros en su finca de origen porque el gobierno municipal ya había dejado claro que, de momento, no quería ver ni un toro más en la ciudad.

Oussama Dayoub se dirigía en coche al aeropuerto de Jerez para coger un avión que le llevaría a París. Dayoub regenta el único establecimiento que ayer por la tarde estaba abierto en Ancha, el restaurante Chamara. “Decidí volver cuando me contaron lo de los toros. He intentado colaborar en todo y he aceptado que nos indemnicen con el dinero que han dicho, pero a mí no me habían dicho que también tendría que cerrar el domingo, que es el día más fuerte del negocio. Los domingos de verano cierro porque no merece la pena, pero en invierno es cuando viene más gente. Así que me he vuelto para poder acometer la semana cuando me he enterado que se paralizaba el rodaje. El problema es que a mis nueve empleados yo les había dado libre desde el lunes. Tengo que reorganizarlo todo. Mire, a mí me da que esta gente o no se organiza muy bien o nos están tomando el pelo”.

En la tertulia de este café se cocina el tema taurino. Y el resultado de la charla parece encaminarse a una conclusión: “¿De verdad que nos merece tanto la pena una cosa de éstas? ¿Alguien se va a enterar de que la película se ha rodado en Cádiz?” Estaban equivocados. Ayer, toda España se enteró de que en Cádiz se rodaba una película.

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