Esta mañana, Carbures, la firma especializada en la fabricación de piezas de carbono y que cuenta con plantas en Jerez y El Puerto, ha comunicado la dimisión de su vicepresidente financiero, Juan Juárez. Lo ha realizado a través de un hecho relevante publicado por el Mercado Alternativo Bursátil, donde cotiza la compañía, aunque su valor se encuentra suspendido desde principios de octubre por dudas en sus cuentas. 

Su dimisión se debe a los problemas detectados por el auditor de la compañía, PWC, a las cifras de los ejercicios 2013 y primer semestre de 2014. Estos registros se encuentran en revisión debido a la estrecha vinculación que la firma tiene con tres sociedades, que según Carbures forman parte de su clúster tecnológico, y que supone más del 80% de su facturación. En el caso de que la compañía se viera obligada a restarla de su cifra de negocios al entender que son operaciones realizadas dentro del grupoo, habría cerrado en pérdidas el pasado año. También tiene que comprobar la contabilidad de un contrato millonario con una compañía china para la venta de maquinaria en el país asiático. 

Desde que se suspendió la cotización en el MAB, que ya va para dos meses, se han producido cambios de calado en el consejo de administración de la firma de piezas de carbono. A mediados de octubre dimitió su consejero delegado y principal accionista, Rafael Contreras, que ha pasado a ocupar el puesto de presidencia, aunque sin responsabilidades ejecutivas. Mientras el presidente del consejo de administración, Carlos Guillén, pasó a ser vocal y también dimitió la secretaria del consejo. Desde mediados de octubre, el nuevo hombre fuerte de la compañía es José María Tarragó, que ha pasado a ser consejero delegado —hasta entonces era vicepresidente y responsable de la actividad industrial de la compañía—. Juan Juárez, que aterrizó en Carbures en 2012, dimite también de todos sus cargos en el resto de filiales del grupo. 

Mientras tanto, las dudas continúan generándose en torno a esta compañía que lleva más de dos meses sin poder cotizar, una suspensión que no se levantará hasta que PWC termine la revisión de las cuentas, para lo que aún no hay fecha.